RETO#29 PANICO AL APEGO. |
PÁNICO AL APEGO
RETO#29 EL LIBRO DEL ESCRITOR.
PREMISA:Escribe una historia de un personaje con miedo al amor.
PÁNICO AL APEGO
La puerta lentamente cruje como si lo hiciera a propósito y
la expresión de Nadia no ayuda, en qué diablos me he metido, respiro con fuerza
y comienzo a avanzar, luego de que ella desaparece en la habitación, pero no
veo nada draconiano o excesivo, parece una salita de estar normal, con un buen televisor
un par de sillones cómodos, que hacen juego con un curiosa mesita y un par de sillas,
suspiro aliviada y dejo la puerta cerrarse tras de mí, me acerco hacia ella.
Palmea una de la almohadas de tela, como indicándome que me
siente a su lado ala ves que señala la televisión apagada, «solo son negocios, Silvia»,
le sonrió.
—oye, Nadia, tengo un par de cosas que hacer, sabes—.digo
sobándome el cuello, en parte es verdad tengo que asesinar a una cuantos
bastardos y bastardas, eh vuelto a trabajar, obviamente MR.PACO no lo sabe, él
siempre quiso algo mejor para mí, me asusta reconocer que en el fondo que nunca
he matado por el dinero y que fueran más que solo por negocios.
Ella me echa una sonrisa pícara, pero son sus ojos sus hermosos
ojos color caramelo, lo que hace innegable su pedido, a veces me cuestiono porque
tengo debilidad por los seres con esos ojos.
Me dejo caer, con fuerza y siento el cojín desinflándose un poco,
cuando termino de sentarme, me repito que no fue una buena idea, después de
todo sigo desnuda.
—puedes darme algo de ropa—.digo mirándola rápidamente, no
quiero tentarme por eso ojos, puedo ser la chica en llamas pero jure que mi
corazón siempre seria frio, solo negocios, «solo negocios Silvia».
—oh, vamos, MS.BELCEBU—.dice haciendo puchero. — ¿Por qué
quieres cubrir tu hermoso cuerpo?—.tose y le miro, ahora recuesta su delicada cabeza
sobre su palma, mirándome curiosa de lado. — ¿Me corrijo tu escultural cuerpo?—.dice
ahogando una risita nerviosa.
Me quito la tira de algodón, para dejar mi bolso a un lado,
sin temor a que Nadia lo coja, porque al abrirlo solo vera un par de trastos,
lo que la distraerá del compartimiento en la base donde está el tele
transportador.
Apoyándome en el cojín que se hunde cuando me impulso con la
manos hacia arriba, le hecho una miradita a ella, se sonroja, pero igual
asiente.
—Extiende la manos—.dice sin dejar de sonreírme, hace una
pausa esperándome, lo hago.
Truena los dedos y ahora la estoy cargando. —vaya que eres fuerte,
no lo parecías—.dice con algo de superioridad, me pellizca el brazo.
Le suelto, me mira desconcertada antes de caer de culo.
Dice un par de maldiciones, pero yo me alejo, un poco temblorosa,
entonces recuerdo que después de todo esa mujer no podría acabarme aunque lo quisiera,
paso la mano lentamente por el brazalete, ahogando una sonrisita.
Truena los dedos y una percha aparece de una cortina de luz,
pero en ella no está exactamente mi ropa de diario o algo parecido.
Me giro hacia ella como diciéndole que carajos Nadia. —que
pasa Silvia, no te gusta hacer
cosplayer—.me giro, «la verdad que sí y eso como lo ha sabido».
Vuelvo a voltearme. — ¿Qué te hace pensar eso?—.le digo
disimulando mi actitud
—Pero que tontita y olvidadiza eres, me aceptaste en tu
grupo de debate—.se lleva los dedos a la boca, como si fueran uno chupetes a la
vez que me hace ojitos, «pero que te voy a agregar yo, si está más chiflada» me
detengo en seco, tratando de recordar cosas relacionadas al grupo de debate.
Había un miembro que comentaba en casi todas mis publicaciones,
con el tiempo le agregue a mi grupo de debate privado, allí no pasamos horas
conversando sobre animes, chorradas y demás era un tipo muy majo, aunque ahora
que lo pienso nunca me dijo quién era o más aun nuca le vi la cara.
Solo savia que se así llamar chupetes, mi ojos se abren de
golpe.
Su sonrisa burlona y culpable, la delata.
—sí, Silvia, ¿Qué sucede?—.dice como si no supiera nada.
—por qué no me distes que eras tú—.le reprocho.
— ¿Hubieras aceptado mi solicitud?—.dice aldeano su cabeza y
el pelo le tapa un lado, pero no su sonrisa, contraigo los labios, la verdad es
que no inicialmente, pero por la misión lo habría hecho.
—claro que sí, tonta—.le respondo escueta y ella me saca la lengua.
—Ponte el keikogi de goku, te tengo una sorpresita—.sonríe
con malicia y yo pongo los ojos en blanco.
Comienzo a caminar hacia la ropa, me pruebo las prendas,
para mi sorpresa me quedan exactas, aunque sabiendo quien me las dio, no es de extrañar,
termino de acomodarme la parte superior, siento la suavidad de la tela, termino
de atarme el cinturón, en un nudo algo torpe que repito de memoria luego de ver
la serie un par de veces.
Le doy un signo de aprobación a Nadia, emulando a mi héroe.
Ella me devuelve una sonrisita, mientras juega con sus manos.
—Que guay, te queda genial, ¿preparada para la sorpresa?—.asiento si saber bien
que esperar.
Se queda quieta de a pocos y entrecierra su ojos caramelo.
Mientras lo hace hago memoria de las cosas que converse con
ella sin saber quién era, bastantes cosas banales, pero eventualmente fuimos
ganado confianza, así que pasamos a temas algo más picantes por así decirlo
después de todo era un foro privado, la ultimas cosas de la que hablamos era
sobre que pareja elegiríamos de algún anime, la pregunta me pareció extraña,
pero me encogí de hombros y le respondí sin dudarlo.
Es cuando su respuesta me regresa, ella me contesto que le
gustaría estar con goku de dragon ball, le echo una mirada asesina.
Pero ya es tarde su cuerpo se ha cubierto de luz, su silueta
se está trasformando, alargándose y creciendo.
La chica de cabello naranja que cae por sus hombros hasta
sus grandes pechos ajustados en un bikini con franjas verdes y blancas, las
marcadas líneas de sus caderas se acentúa por su delgada cintura y el jean
ajustado que resalta sus largas piernas, que rematan en sandalias de tacón.
«Es nami de one piece, maldita sea esto se está volviendo
demasiado difícil, Silvia es solo una misión se profesional, no como, prometas emociones»,
ella me sonríe ampliamente y me hace ojitos, ha mantenido el tono caramelo
original.
—tranquila Silvia, ya puedes cerrar la boca—.dice señalándome,
me sacudo, para devolverme y lo hago.
—yo, bueno, Nadia—.tartamudeo y ahora con muchísima razón.
— ¿Si, Silvia?—.dice lenta y coquetamente, aparto la mirada,
no quiero meter sentimientos en estos.
—tranquila, mi pequeña pervertida—.dice escueta, doblando su
piernas sobre sí.
—No soy pequeña eh vivido bastante tiempo—« más de un
centenar de años aproximadamente pero sigo luciendo como si acabase de cumplir
veinte».
—querida, yo he vivido por millones de años, así que solo
eres un renacuajo para mí—.le echo una mirada de desprecio, ella sonríe.—vale,
una sexy y bonita ranita—.para cuando termina la frase está de pie, entonces
noto que es algo más alta que yo, lo que me incomoda un poco, pero no le dejo
que lo sepa.
Camina, de modo tal que su caderas se resaltan aún más si es
posible, se pasa la lengua por los labios, hasta que la pierdo de vista y
siento su manos sobre mis hombros, el rose de la tela, me produce cosquillas, cierro
los ojos.
«Son negocios Silvia, céntrate»—.toso con fuerza y camino hacia
adelante, no me detengo hasta dejarme caer en el sofá, cruzo los brazos sobre mí,
ella se ríe nerviosa, truena los dedos.
La enorme televisión se enciende, camina hacia mi mientras
suena el opening que conozco desde mi infancia, cuando los tonos van subiendo
se deja caer a mi lado y pasa su brazo por encima de mi cuello, voy a apartarlo,
cuando nuestras miradas se cruzan, me detengo sin saber bien por qué.
—Vamos, no te contengas, sé que quieres cantarlo—.niego tímidamente,
es que no me gusta cantar en público, pero le sonido rítmico de la tonada y la
letra épica me va convenciéndome va seduciendo.
Siento una emoción crecer en mí y mis labios comienza a
separarse.
“… ¿Como funciona todo esto? Ven a decirmelo.
¿Hay alguien justo aquí viviendo en mi interior?
En este mundo ya estoy muerto y no renaceré.
Asi no puedo ver, que te ríes de mi
Sin respirar, tengo que aguantar el caos que forme.
No puedo mas, ya no puedo mas con, esta confusion (freeze).
Destruyelo o frenate
alocate, relajate
encuentrate o calmate…
Tokyo Ghoul Unravel”
Para cuando termino estoy de pie y moviéndome al ritmo de la
canción, cuando lo racionalizo me detengo.
—Tienes bonita vos, ¿Por qué te avergonzaba cantar?—.pregunta,
no la miro estoy sonrojada.
Solo niego con la cabeza, me aliso el traje, para pensar en
otra cosa.
—Ok, bueno, mira ya está empezando—.asiento y levanto la
mirada hacia la pantalla, me quedo sorprendida, al ver la calidad de la
animación, maldita sea tiene la versión blu-ray edición coleccionista.
Mi cuerpo se gira sin pensar, y con las manos en puños,
contra la barbilla le hago ojitos.
—Tienes la versión coleccionista—.digo rápidamente,
entusiasmada.
—Así es, con súper calidad UHD 4K, sonido envolvente y el
llaverito—.dice tranquila, se lleva un dedo sobre su mejilla y presiona esta.
—oye, si quieres puedo cambiar de nuevo, ya sabes, no sabía que te gustara
tanto este anime.
Contemplo la idea por un segundo, pero niego, ella sonríe.
Luego de unos segundos vuelvo a sentarme a su lado y comenzamos
a ver el capítulo.
Hace mucho que no me sentía así, siento como si un tenue
fuego golpease en mi pecho.
«Es tarde, ya no es solo un misión», ladeo la cabeza, para
echarla una miradita, se ruboriza torpemente, me rio.
En fondo se escuchó los gritos de batalla y las explosiones típicas,
pero no me importa, mis manos están entretenidas jugando con su cabello, ella
sonríe.
Nuestro rostros se acercan, nuestros cuerpos saldan la
distancia que nos separa, precipitándose hasta encontrarse, siento su cálidos labios,
juntándose con los míos, cierro los ojos, «en que te has metido Silvia», su
risa me aparta el pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
HOLA;RECUERDA:comentar siempre con respeto y compostura;así estaré encantado de leerte :)