RETO#30 ALEGRATE SENSATO. |
ALÉGRATE SENSATO
RETO#30 EL LIBRO DEL ESCRITOR.
PREMISA:Describe en un relato con un personaje inventado una situación que te ponga de los nervios.
ALÉGRATE SENSATO
—alégrate sensato—.escupe, la mujer frente a mí, apoyando su
bate por encima de su cuello, forcejeo, pero no hay forma estoy atado a esta
maldita silla de pies y manos, el sudor corre por mi frente, mezclándose con la
sangre de mis heridas, siento su largas uñas clavarse en mi piel, cuando me
sostiene por la barbilla para mirarle, sonríe y ríe macabramente, mirándome con
sus morados ojos oscuramente maquilados contrasta con el resto de su rostro, como
si se hubiese pasado un brocha blanca, salpicada por su rojos labios.
El sonido seco, del bate, golpeado el concreto, hace eco, en
mi revuelta cabeza.
Me abofetea. —Que pasa querido, no te desmayes, oh te
perderá del espectáculo—.golpea con fuerza, girándome la cara. —después de todo
tu eres el actor principal—.mee endereza la cara y se echa atrás aplaudiendo.
—tranquilo te daré un descanso después de todo, necesito que
alguien me escuche—.dice señalándose, burlona—sabes hoy en día la gente no escucha,
ya ves a lo que tengo que llegar—.justificándose, escupo la saliva y sangre a
unos centímetros de su botas, ella se pasa la lengua por los labios.
Lanzándose hacia mí, me aprieta la mandibulada, a la vez que
siento su lengua explorar el interior de mi boca, como si buscase algo, su
respiración agitada me da contra la cara, sino estuviera tan adolorido y en
otro situación, a lo mejor sentiría algo más que nauseas.
—Para ser tan lógico, sabes besar—.se seca con el puño la
sangre de su boca.
—oh, vamos se suponía que tenías que reírte—.me reprocha. —te
has ganado una sanción—.suelta una risa nerviosa, se agacha y toma el bate.
Agita el aire cargado de suciedad, cayendo sobre mis piernas,
grito con todas mis fuerzas, lo que solo le hace sonreír.
Respiro con dificultad, siento como si mis pulmones ardiesen,
presiono mis dientes y mantengo los ojos abiertos por el dolor.
—bien ahora que ya tengo tu atención, vamos—.comienza
amartillar su mentón con los largos dedos, abre los ojos de golpe como si
hubiese recordado lo que sea que quería decir. —Primera lección—.se endereza, y
camina, alrededor del difuso circulo proyectado por la luz, que proyecta el
foco que cuelga del alto techo.
—Ante el dolor, reirás—.dice y me recuerda a mis tiempos de escuela,
cuando la profesora dictaba la lección, fue hace tanto.
Suelta el bate y se me acerca, comienza a mirarme de abajo
hacia arriba, señalando mis heridas abiertas, una a una las va descartando como
si buscara una en especial.
—sabes tengo otra cosas que enseñarte hacia qué. —hace una
pausa incomoda—.no te matare solo…—.comienza a extender su majo hacia mi pierna,
donde la sangre aún está caliente. —te hare, mucho, mucho daño—.su dedo penetra
en mi carne, grito, me zarandeo, pero las ataduras no seden.
—maldito idiota que te acabo de enseñar—.dice reprendiéndome
y empujando su dedo, que sirve de tapón para la sangre que vuelve a fluir.
—Haber practica conmigo—.entona y dice con vos aguda, tose y
comienza a reír, mezclándose con mi dolor y gritos.
—oh vamos tienes que respirar o te quedaras sin aire—.dice entrecortada,
porque no para de reír.
Mis ojos comienzan a volverse pesado, se nubla mi vista, la
baba baja por mi boca, que lentamente se sierra.
Entonces siento el calor de su puño impactando con fuerza y
sacudiendo la cara.—no puedes reírte dormido, así que comienzas o te desangras,
tú elijes—.respiro con fuerza, renovado por el golpe, siento algo pequeño quebrarse
en mi interior, pero no se trata de mis hueso es algo más insustancial, cuando
termina una cosquilla eléctrica me recorre la garganta.
Mis labios se expanden, hasta forma una tímida sonrisa.
Ella asiente y me alienta.
La primera risa es débil, como un gorgoteo, pero va tomando
fuerzas hasta formar una carcajada, aunque no quiera admitirlo, tiene razón el
dolor ha disminuido, casi no siento cuando deja que la sangre fluya al aparta
la mano.
Se arranca un pedazo de su falda, y la usa para presionar la
herida sangrante, mientras se pasa la lengua por los labios, como si disfrutase
de espectáculo, ya he parado de reírme, solo porque me eh quedado casi sin aire,
en parte por el dolor.
—Ya ves, ahora seguro te siente mucho mejor—.me quedo quieto,
ella comienza a agacharse y sostiene el bate, entonces asiento con fuerza,
tanta que por un segundo me mareo.
—si es que ya bes con una sonrisa, todo sienta mejor, ya
sabes hasta esa clase de noticias—.se golpea el mentón, alargando las piernas, sexymente,
para ir de un lugar al otro.—como que de aquí, tú no vas salir.
Le miro con odio y temor.
—oh, espera no debí decirte eso, ya sabes no es divertidos si pierden las esperanza, por
eso te solté el discursito de que te iba a dejar vivo—.se ríe con maldad,
regocijándose en su locura.—por qué me encanta verles perder la esperanza, ver
como ese fueguito se extingue de sus miserables almas, lo vengo haciendo desde
hace tiempo y tu cariño eres mi boleto de entrada para llegar al siguiente
nivel—.ríe, pasando sus garra por un lado de mi cara, marcándome en el proceso.
—eh, MR.COCH, que tal lo estoy haciendo—.suelta al viento, oh
eso creo, por que poco después una baja y macabra risa, acompañada de un apuso
lento resuena en las paredes metálicas, del lugar.
—ya, ves, dice que le está gustando o a lo mejor quiere algo
más, dime paco, ¿tú qué opinas?—.me mira con los ojos bien abierto y apoyándose
en sus rodillas, ansiosa.
—yo…ríe antes de que pueda seguir.
—venga paco dilo con una sonrisita, que así todo es mejor,
no sé por qué los humanos sois tan amargados—.hace una mueca de tristeza, que
pronto se rompe en carcajadas.
—yo…sus dedos presionan mis labios, al tiempo que clava sus
uñas en mi mandíbula, haciéndome ojitos.
—ya no me importa lo que tenías que decir, eres tan
majadero—.siento la sangre brotar, cuando quita los dedos, un dolor punzante me
golpea el rostro.
—por cierto llámame MS.TÂN—.cuando termina de decirlo una tos
ronca se escucha a lo lejos, ella comienza a mirar nerviosa hacia los lados,
luego respira.
—venga, ya, me merezco mi nombre, te lo demostrare—.se calla
y me mira fijamente, formándose en su rostro una enorme sonrisa, pronto algo
comienza a moverse detrás de ella, no, es parte de ella.
Son tentáculos, que se retuercen brillando con la luz,
destrozándole su blusa. —eh tranquilo, no te contengas, al menos morirá con una
buena vista—.dice regocijándose, proyecta su manos con las palmas abiertas,
hasta que se deja caer sobre mí, siento mí respiración regresar que da contra
su garganta.
Entonces siento los apéndices, arrastrándose por mi cuerpo,
hasta que se clavan, mis gritos, son suavizados por su risas, se agacha, hasta
que nuestro labios se encuentra, para estar tan mala, saber besar, trato de concéntrame
en eso en vez de los cientos de punzadas que golpean mi cuerpo.
Se siente, como cuando te sacan sangre, solo que el
sentimiento no se detiene, solo sigue y se alarga, siento mi garganta reseca,
como si me succionaran los líquidos del cuerpo, pero no es solo eso, también es
como si aquel recipiente etéreo en mi interior se quebrase y ella absorbiese su
esencia.
Pronto mi cabeza cae hacia delante, incapaz de mantenerla firme,
apenas puedo sostener mis parpados, que comienzan a cerrarse, me pierdo en su
morados ojos, en su diabólica risa, estoy
muriendo, pero igual le sonrió.
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