RETO#31 CALLADO TRUCO. |
CALLADO TRUCO
RETO#31 EL LIBRO DEL ESCRITOR.
PREMISA: Escribe una historia que incluya las palabras: “billete”, “magia” y “sordo”.
CALLADO TRUCO
Toso para aclararme la garganta, mientras me acomodo la
mechas verdes hacia atrás de las orejas, a Nadia no le gusta que ande con el
cabello desordenado, eh echo un par de progresos a cambio de realmente empezar
a sentir algo por ella, aunque le hecho de casi me rebanen la cabeza en el último
contrato no a ayudado, no me importo porque
es imposible que me maten, pero duele y mucho, en fin, mi garganta se está
terminando de sella y eso, a Harry tuve que decirle que fue un caprichito de
ella y a Nadia que me resbale por ahí, con señas claro, porque hace poco aun me
acompañaba un sordo silencio, ya se me termino de pasar.
Reviso en mi bolso de algodón por unos momentos, hasta que logró
encontrar el billete dorado que resplandece, cuando lo saco a la luz, lo
sostengo con la otra mano, mientras busco su par, en cierta forma acepte el
contrato por que ofrecían un par de entradas en
primera fila al show de magia de
una tal Galadriel.
Refunfuño un poco, pero me recuerdo que lo hago por Nadia, a
ella le encantan los espectáculos de esa tipa.
Además ya no necesito el dinero, tengo suficiente para comprar
un par de planetas deshabitados.
Miro las entradas de cerca en ellas hay una impresión en
relieve de la mencionada, a pesar de que el brillo y el color del papel no le favorece,
se be bastante bien.
Vuelvo a guardar los boletos y saco el cubo tele transportador,
que titila un rato hasta que logra encontrar el anclaje, lo presiono.
Atravieso el portal, acomodándome el bolso.
—hola, Silvia, yo no esperaba visitas—.dice algo nerviosa,
por la escena frente a mi es obvio, los empaques y bolsitas de fritura vacías
por el suelo, junto al sofá con los cojines desordenados y ella desnuda,
sentada comiendo galletas.
—Tranquila Nadia, ¿de qué son la galletas?—.digo ignorando
el desorden y caminado a través de este, hasta llegar hasta donde esta ella y
sentarme al frente suyo.
Ella empieza a jugar con sus manos, aún mantiene su forma humana,
sus grandes ojos caramelo van de un lado hacia otro, un par de mechones oscuros
le caen por la cara.
—de avena y chocolate—.me acerca la bolsa plástica, tomo un
par, llevándome una la boca, comienzo a masticar, a la par que ella vuelve a
levantar la mirada, en serio no me incomoda que este desnuda pero parece que a
ella si, por que la luz baña su cuerpo y unos segundos después tiene un
camiseta suelta y uno pantaloncillos, me sonríe, le devuelvo el gesto.
—Entonces a que has venido—.de inmediato tose. —no es que me
moleste, sabes que me gusta que me visites—.alarga su mano hacia mí la tomo,
con la otra comienzo a buscar los billetes en el bolso, comienzo a masajearle, hasta
que doy con ella, se ha ruborizado un poco.
—oh no mucho solo he conseguido esto—.saco los boletos y su
cara se ilumina de inmediato, acompañada de una sonrisa.
—Que guay, ¿Cómo lo has conseguido?—.a alagado el todo brazo
y me quitado, casi arrancándomelos de la mano, le mando un mirada asesina, ella
ser ríe.
—una buena maga, nunca revela sus secretos—.me regodeo por
un segundo, ella sonríe, levantándose de su silla y acercándose hacia, se
agacha y lo próximo que siento son su labios chocando con los míos, subo mi mano,
hasta dar con su mejilla y comienzo a acariciarle, luego nos separamos entre
risitas.
—Entonces tenemos que cambiarnos—.arqueo las cejas. —como
que tenemos que cambiarnos—resaltando la palabra, ella señala mi ropa de diario,
le mando una mirada asesina, truena lo dedos, pasando de mí.
Una percha con un vestido largo negro parece frente a mí, le
señala, mientras se baña en luz, ahora llevo uno igual en forma peor con
diseños florales, bastante vintage.
Da una vueltecita, para que note como el vestido se pega a
sus curvas, especialmente a sus caderas, cuando dejo de mirar atontada, porque
ella tose me levanto y comienzo a desvestirme.
Ella suelta un par de risitas nerviosas, cuando me quedo en
bragas y sujetador.
Le ignoro y tomo la ropa, la percha se queda flotando en la nada,
termino de ponerme le vestido y cojo mi bolso de la silla, que por suerte hace
juego con el resto del vestuario, que completa con unos zapatos de tacón medio,
me despido de mi viejas zapatillas y ya estoy lista.
Le mando un miradita, ella truena los dedos y aparecemos en
un gigantesco anfiteatro, repleto de muchas especies, creo que soy la única humana,
hasta donde logro ver, girando sobre mi asiento en la primera fila, siento su mano
sobre mi hombro y me vuelvo hacia ella que señala el escenario a metros de
nosotras.
Las luces giran y se proyectan, en la hermosa noche repleta
por estrellas, rematando la escena una cuatro lunas alineadas y llenas nos saludan,
pronto forman figura en el cielo frente a nosotros, para irse disolviéndose
hasta apagarse.
—sean bienvenidos a esta nueva edición del show de Galadriel—.recita
una voz incorpórea y potente que llena el lugar, pronto se ve opacada por los
aplausos de los seres, incluyéndome, luego de que Nadia me codease.
Un bruma de niebla aparece entre un pequeño estruendo de
esta se materializa una mujer, aunque sus largas orejas le delatan. —ella es
una elfa, sabes—.dice recalcándolo, sin apartarle la mirada, es guapa,
increíblemente guapa.
Su fina figura rematada en amplias cadera, con un vestido
que la ensalza, algo escotada, conteniendo sus generoso pechos, por los que cae
su rojizo cabello, rematado en uno hermosos ojos color caramelo.
—bienvenido sean, hoy verán lo imposible, sentirán lo innombrable,
de la mano de su humilde acompañante—.hace una pausa escénica y logro escuchar
un par de suspiros. —MS. Galadriel—.remata con un sonrisa, «espero que te hayas
ganado ese nombre», recordándome todas las atrocidades y sacrificios que tuve
que hacer para ganarme el mío, cuando volteo a ver Nadia parece que si lo ha hecho,
aunque no sé si por sus trucos de magia, toso para apartar la idea.
Los trucos vienen y van, algunos geniales, otros predecible,
todos acotados por los comentarios de Nadia, que parece conocerlos más allá de
lo que un admirador lo haría, como si estuviese allí en el momento en que
fueron diseñados, lo que incrementa mis sospecha que le conoce de otro lado o
de antes, aunque esto en da igual, nunca he sido celosa, pero me preocupa también
que ponga en riesgo mi misión de encontrar la daga del infinito.
La lunas ha cambiado pequeñamente su posición, pero siento
que han pasado un par de horas, entonces me recuerdo que cada mundo tiene su ritmo,
eso me lo enseño MR.PACO cuando comencé a entrenar con él, al principio le odie
pero hoy le agradezco por el nivel que he alcanzado, estuve un año practicando
mi habilidad y técnica además del combate cuerpo a cuerpo.
Ahora muchos dirán que un año de entrenamiento no es mucho,
pero vuelvo a recalcar cada planeta
tiene su ritmo de tiempo y este en particular se encontraba en un punto de la
galaxia donde el tiempo en su interior pasaba más rápido que en el exterior ,una
semana en el resto del universo, equivalía allí dentro, aun año entero.
Recuerdo ve las caras de palurdos del resto de aspirantes, no
logro contener las risas, Nadia también lo hace echándome una miradita, talvez
piense que es por el truco que está haciendo la maga pero no es así bueno
cuando llego el momento de presentarme a MR.COCH simplemente arrase con la competencia,
aunque Harry me diga que es importante
la humildad, fue eso simplemente no tenían oportunidad contra mi entrenamiento,
pero tenía razón el resto de aspirantes fueron asesinados, después de todo
MR.COCH solo escoge a los mejores, suelto un suspiro y sigo disfrutando de la
función.
—para el siguiente acto, necesitare de un voluntario o
voluntaria—.al unísono el sonido de cientos de manos levantándose, llena el auditorio,
Nadia no es la excepción.
Sus bonitos ojos, se pasean, por todos los aspirantes,
finamente se planta casi girándose sobre si, apunta su largos y delgados dedos,
hacia un punto indeterminado en el lugar.
Un reflector lanza un haz de luz, que baña a la afortunada,
la luz sobresalta su cabello verde.
Me pongo de pie para tener una mejor visión.
Sacudo la cabeza debe ser solo un coincidencia, una blusa
adornada y una falda de vuelo alto termina de adornarle, su humana figura, pero
hay algo en ella, siento como un instinto que me grita que no es humana.
A lo mejor solo ha tomado la apariencia, como la chica a mi lado,
pero no es mi asunto, vuelvo a sentarme y tomo la mano de Nadia, ella se ríe
algo nerviosa.
Pasan un poco hasta que logra llegar a la plataforma, donde Galadriel
le espera con el brazo extendido y con pose de reverencia, ella sonríe, sus
labios rojos resaltan el gesto, al igual que sus morados ojos, es como ver a
una versión mayor de mí.
El truco consiste en ella sacando un tarjeta de un mazo, que
flota a su alrededor, bastante de la vieja escuela, ella señala una al azar,
regodeándose, mientras la maga hace un reverencia, dándole la espalda, hace un
gesto enrevesado y la carta que anteriormente fue seleccionada se expande y
crece hasta forma un pequeña pared que tapa a la mujer.
—esa es la carta—.llama al público a contestar, todo
asienten y suelta una afirmación, le veo sonreír con superioridad, pronto rompe
en otro gesto y pared de papel se desvanece, dejando a la mujer que ahora lleva
un vestido completo como el mío, adornado de colores degradado, lo que resalta
su delgado rostro.
Ella le sonríe y luego hace un gesto hacia el público, «venga
ya, que todo estaba preparado, amañado», igual aplaudo más por cortesía que por
otra cosa.
—muchas gracias, señorita, por su participación se ha ganado
un pase tras bastidores—.hace aparecer una tarjetita resplandeciente, que van
dando piruetas por el aire hasta llegar a su palma extendida, le guarda en su
bolsito a la par que le echa una miradita a la maga, esta tiembla un poco, yo
pongo lo ojos en blanco.
La que parece importarle es a Nadia, ya que está temblando
de enojo, le paso la mano por los hombros y me echa un mirada, que me hace retroceder,
luego comienza a respirar, espero que se calme, después de todo tiene el poder
para devastar este lugar con un movimiento dedos, pero ella no es así siempre
se le da por ser condescendiente con el resto de seres.
Sus pechos suben y bajan a través del escote, hasta que
finamente deja de ser tan notorio y suspira, lanzándome una sonrisa,
apretujando algo los dientes, «se ha calmado, menos mal», le devuelvo una
sonrisa nerviosa.
Otro par de horas terminan de pasar, la lunas han avanzado
otro poco mas y con un apoteósico cierre y palabras de agradeciendo se despide Galadriel.
Que camina hacia una puerta que ha aparecido de la nada,
cuando esta se cierra desaparece junto a la maga.
Cuando el público deja de aplaudir comienza a retirarse y el
cielo se ilumina por la luz de los motores cuánticos que se alejan a enorme velocidad,
rompiendo por segundos la calma del apacible lugar.
—Tengo que irme—.dice arrastrando las palabras.
—Vas a ir con ella—.pregunto y sin querer sueno fría, ella asiente,
algo ruborizada.
—No te importa, cierto—.niego con la cabeza, es extraño que un
ser con tanto poder sea tan condescendiente, MR.COOCH podría aprender algo de
ella.
Ella mueve la cabeza de lado por unos segundos como si analizase
sus posibilidades, al final me toma de la mano, sujetándome con algo de fuerza,
levanta la mirada de golpe. —sí quieres puedes venir—.me ase ojitos, así que
aunque quiera irme a descansar un rato, termino asintiendo, desparecemos del anfiteatro.
Estamos frente a un casa de época, que a su ves forma parte
de una bulliciosa calle, los vehículos levitan por la acera, el resto e seres
que pasan de mí y talvez de ella pertenecen a la misma especie que la maga,
este debe ser su planeta natal o alguna colonia.
Recuerdo sorprenderme al saber la cantidad de especies
inteligente y tecnológicamente avanzadas habían, paco me conto que el partencia
a la OIU (Organización Intergaláctica Unida) o algo así pero que lo sancionaron
al enterarse de a quien serbia, pero también dijo que realmente nunca le apartaron,
así que quien sabe talvez aun contemos con ellos, aunque para ello MR.PACO debería
revelar que no está muerto, en fin.
Echo un suspiro, al momento que Nadia se recuesta sobre mi hombro,
el ambiente está algo frio, pero el calor humanos le compensa, sonrió, a veces
me pongo a pensar que hubiera pasado si no aceptaba el trato de MR.COCH, sacudo
la cabeza al recordarlo, antes no tenía demasiadas cosas por vivir, pero ahora talvez
sí.
Retengo la lágrimas, al mirarla, sabiendo que no puedo acostumbrarme,
seguramente moriré el día que el plan se ejecute, pero al menos el universo
será algo mejor.
El fuego remete en mi interior, para que eso suceda necesito
encontrar la daga.
—Entonces nos quedamos aquí contemplando la casa—.le suelto irónica.
Ella me echa una mirada asesina y caminamos hacia la puerta,
toca por cortesía un par de veces, se detiene.
Cuando vemos, como lentamente esta se abre, hacia la oscuridad.
Nos miramos a la vez, ella asiente, boto el bolso hacia la
oscuridad y me vuelvo MS.BELCEBU y le veo regresar a su forma original, el
vestido se rasga cuando termina de crecer, si antes era algo más alta que yo
ahora me supera por mucho, pero eso no importa ahora.
La gente pasa de nosotros a lo mejor creen que es un truco.
Entramos, proyecto varias esferas de energía para que iluminen
el lugar como velas.
Algunas suben por la pesada escalera de caracol en medio de
la sala, que seguro debe verse opulento con más luz.
Subimos por ella, le aplasto contra la pared cuando escucho
un crujido al final de pasadizo, ella refunfuña, pero al igual que mi ex supervisor,
mi fuego no le daña, solo está enojada, ya me disculpare luego.
Muevo con la mano una esfera que empieza a iluminar el pasadizo,
proyectando sombras, un grito sordo resuena en el lugar, mando la esfera hacia
el origen de este, confirmo cuando otro
gemido termina de erizarme la piel, reconozco el sonido le están torturando.
Había oído de ese tipo de agentes, MR.COCH nos tenía
prohibido hacerlo a los de bajo nivel, aun cuando ascendí y pude llamarme
MS.BELCEBU, no odia hacerlo, solo los que tenían el rango de MR.PACO, estaba autorizados,
si en verdad ese ser pertenece a la guardia elite, debemos huir o nos mataran a
ambas.
—Tienes que irte Nadia—.le susurro.
— ¿Tenemos que ayudarle?—.me contesta en el mismo tono.
—no hay nada que podamos hacer para este punto debe estar moribunda,
además hay un elite hay dentro—.digo confiada de la idea, pero ella niega.
—soy una reptilis maldita sea, conoces mi poder—.niego con
la cabeza, no porque desconozca de la habilidad que tiene, sino porque de lo
que son capaces los elite, una vez acompañe a MR.PACO a una misión como respaldo,
en veinte cuatro horas el solo había sometido a un planeta entero y destruido
todas las fuerza de combate del lugar.
A lo mejor un reptilis le podría dar pelea, pero
eventualmente la mataría.
Le mantengo la mirada, hasta que asiente suspirando.
Se zafa y comienza a correr hacia el lugar, voy tras ella y
logro trabarle desde el tobillo, cae de bruces, al carajo el sigilo tenemos que
huir.
Veo la silueta de algo golpeando contra un cuerpo fuera de marco,
pero escucho el grito que se apaga, parecía un tentáculo, segundos después
escucho otros gritos.
Al momento que la silueta desaparece.
Nadia me ha pateado con fuerza, mandándome hasta la otra ala
del pasadizo, para cuando llego a la habitación.
Le veo sosteniendo el cuerpo inerte de MS. Galadriel, que se
arque a torpemente, cuando su manos se cierran sobre ella, mando un par de
esfera para terminar de iluminar la habitación, empieza a llorar, cuando aparto
la vista para contemplar a la mujer que ha hecho crujir el suelo a uno metros
de ella.
Entre nosotros hay una ventana medio destruida, seguramente
por ahí escapo el elite, algo característicos de ellos, una vez quise matar al
bastardo tirano de un imperio alienígena, pero MR.PACO me detuvo recordándome
que no era parte de la misión.
Igualmente este cumplió con su misión, que seguramente fue
matar a la elfa y desapareció por la ventana.
La mujer no para de temblar, con una extraña sonrisa en los
labios y los ojos morados bien abiertos, le reconozco es la tipa que se ganó el
pase en el show, ahora luce distinta, el cabello le cae por los lados sin gracias,
además de que se tapa torpemente los pechos, ya que su vestido yace desgarrado.
Pero a pesar de eso está viva, lo cual es bastante bueno y
reafirma mi postura de que fue una elite la que ataco a la maga.
—Tú le vistes—.escupe Nadia, retrocedo un par de pasos al sentir
el peso de su mirada, nunca la había visto así hay odio y dolor mesclado en sus
ojos, la habitación empieza a temblar.
Ella niega con la cabeza, rápidamente. —estaba oscuro, así
que me escondí en un rincón—.señala con el brazo cuando se da cuenta que se ha
quedado expuesta, vuelve a taparse, sin dejar de temblar.
Nadia deja el cuerpo suavemente en el suelo, camina hacia la
mujer, aportándome en el proceso, le levanta con gran facilidad sujetándole por
el cuello, sus brazos cuelgan, empieza a convulsionar por la falta de aire, se está
asfixiando
—déjala Nadia—.digo dando un paso hacia adelante y formando
una esfera de energía en mis manos.
—sabes que no puedes matarme silvia—.me ha parecido que la
mujer ha ladeado la cabeza.
—no, pero puedo darte lo suficiente, para rescatarla y salir
de aquí—.dijo convencida.
—por favor no quiero dañarte Nadia, además matarla no te la
devolverá—.pongo mi mano sobre su hombro, ella tose, pero finalmente deja a la
mujer que cae de culo y comienza a respirar con fuerza, apoyándose sobre sus brazos,
entonces noto que tiene la espalda magullada.
Yo le hago una seña, para que se vaya, asiente y más o menos
comienza a correr chocando contra las paredes que tiemblan en el proceso.
Sus omoplatos suben y bajan, está respirando con fuerza, me
hace una seña y me aparto, la luz le baña y regresa a su forma humana con el
vestido puesto.
Das un par de pasos hacia mí y se deja caer, le sostengo y
ambas caemos de rodillas, se rompe en llanto, acerco su cara contra mi pecho,
mientras sobo su espalda y la habitación deja de temblar.
Los próximos días los pasamos en ese mundo dándole sepultura
a Galadriel, cuando nos quedamos solas en medio de las planicies, ella se
separa unos pasos y contempla el sereno cielo sobre nosotras.
—tengo que llevarte a un lugar—.suelta sin mirarme. —MR.COCH
ah echo de esto algo personal—.dice conteniendo las lágrimas y alarga su manos,
me acerco a ella y la tomo, sin saber bien a donde iremos.
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