RETO#27 DEFENSORA DE CACHORROS. |
DEFENSORA DE CACHORROS
RETO #27 EL LIBRO DEL ESCRITOR.
PREMISA:Inventa un relato con una mujer como heroína y su camino hasta llegar a serlo.
DEFENSORA DE CACHORROS
—Dime estela—.toso
con fuerza y el camarógrafo asiente. —Ok volvemos a empezar—.le indica la
entrevistadora acomodándose las gafas por encimas de su cabello verde que
resaltan sus morados ojos. —HOLA; guapísimos aquí Silvia comunica como ya saben
paco está de vacaciones—.hace un movimiento y el cámaras se acerca. —el día de
hoy entrevistare a la reciente heroína defensora de cachorros—.no puedo evitar
saludar bobamente a la cámara, toso y apoyo las manos sobre mis piernas.
—Entonces, ¿Cuánto cachorros has logrado rescatar hasta
ahora?—.hace un pausa, esperando mi respuesta.
Comienzo sin querer a mover las uñas pintadas. —unos doscientos,
Silvia comunica, aunque la sociedad no quiera reconocerlo, el problema del
maltrato de perritos con sillas es algo real y está sucediendo—.ella asiente.
—Hago una llamado a los millones de espectadores de tu canal,
si conocen a alguien que este maltratando un cachorro con una silla, llamen a protección
de animales y si no funcionan llámenme a mí—.digo con convicción.
—así es amigo, ya escucharon, en esto momentos aparecerá la
forma de contactar con defensora de cachorros—.dice asintiendo a la cámara, el
chaval no deja de mirarme el top
Silvia se gira, cuando nota mi molestia, logro notar que le lanza
un mirada asesina, este tiembla y asiente.
Vuelve a mirarme quedando contra la cámara y mueve los
labios: “lo siento el tipo es nuevo ya sabes cómo son las hormonas”.
Asiento entre risas que no logro aguantar, ella me devuelve
el gesto.
—bueno defensora de cachorros, cuéntanos cómo te convertiste
en la heroína admirada que eres hoy—.asiento agradeciéndole por el comentario.
Me acomodo el antifaz, cerciorándome que oculte mi
cara—.bueno yo no siempre fui la heroína que conoce ahora, tuve tiempos oscuros,
pase una temporada en un psiquiátrico, no es por justificarme pero fueron cosas
malas una tras otras y bueno aun no era tan madura como ahora así que termine cediendo
ante la tentadora oferta de la locura.
Ella asiente y se golpea el mentón con sus largos dedos rítmicamente,
como buscando una idea.
—“La locura, como tú sabes, es como la gravedad. basta con
un pequeño empujón. Joker / Guason
”—.dice finalmente sonriéndome ampliamente, le devuelvo el gesto.
— ¿Pero cómo lograste salir de allí?—.continua, manteniendo
una sonrisa pequeña.
—no fue fácil hubo días en la que estuve con camisa de
fuerza, pero con la ayuda de los médicos y psiquiatras fui saliendo de eso,
ahora par finalmente salir del centro fue bajo autorización de mi psiquiatra; estaba
legalmente sana mentalmente, con la condición de que siguiera la prescripción médica
por seis meses. —hago un pausa y bajo la voz—.así lo hice, fue un momento
oscuro en mi vida pero ya lo supere.
—no tienes que avergonzarte, has hecho mucho bien a esta
ciudad, después de todo todos tenemos demonios, nuestra obligación es ser más
fuerte que ellos—.dice tratando de motivarme, no es que lo necesite, igual le sonrió,
ella siente.
—un par de meses después de haber terminado con el proceso
de medicación y reintegración a la sociedad….
—Tuviste tu primera caso—.dice apresurándose a mis palabras,
me enojo por un segundo, hasta que comprendo que está haciendo su trabajo. —puedes
contarnos los detalles—.dice expectante.
—claro había conseguido un empleo de medio tiempo como ayudante
en un refugio de mascotas abandonadas, ya sabes necesitaba probarle al comité
de trabajo, que volvía a estar mentalmente capacitada para poder postular
nuevamente a mi cargo de gerencia—.ella asiente, con los ojos en grande, lo que
resalta su delgada cara.
—una de mis obligaciones era verificar que las mascotas
reintegradas tuvieran un buen trato por parte de sus dueños, las primera
semanas todo transcurrió normalmente, les alimentaba y bañaba—.no puedo evitar reír.
—Que sucede; ¿alguna anécdota graciosa?—.asiento y ella
mueve su cuerpo hacia adelante, como esperando que la diga.
—la primera ves que bañe a una mascota, me toco una san
Bernardo, linda y tierna, pero se transformó ni bien toco el agua, olvide
asegurar su collar a la correa de la tina, entonces salto hacia mí y me gano en
peso, ese día entendí que veinte kilos envueltos en pelaje mojado, nunca se van
de las blusas—.ella se ríe, igual yo.
— ¿Todavía tienes la blusa?—.pregunta ansiosa.
—Sí, pero prefiero no mostrarla—.ella estruja los labios por
que se reciente, pero lo acepta.
—bueno, un día estaba limpiando los compartimientos donde
duermen y escucho el timbre a través del altavoz en el recinto, me descontamine
y Salí por la puerta, hacia la sala de atención.
Allí estaba una mujer, de cabello ensortijado y grandes
caderas—.me paro un segundo, lo pensé o lo dije en vos alta, por la cara de
Silvia lo segundo, me echa una mirada lenta, lo que no sé porque me produce un
ligero temblor, toso para apartar la sensación.
—le pregunto si desea adoptar a una mascota, ella me explico
que no estaba segura, porque su novia a veces era algo violenta, pero quería
dárselo como regalo por su primer aniversario de estar en su nuevo apartamento.
Le explique las fórmulas que debía llenar y que por ley yo iría
a visitarle en el domicilio que figuraba en la hoja de entrega en adopción, cuando
terminamos de hacer los trámites preliminares, la lleve hacia el local donde
estaban todas las mascotas abandonadas.
Le mostré la san Bernardo, pero ella negó y me dijo que no
tenían mucho espacio en el apartamento, además que a su novia no le gustaba
mucho tomarse responsabilidades extras y que si se lo llevaba al final ella se
encargaría de todo, asentí y le mostré otras opciones.
Entres ella un pastor alemán, un basenji recalque que era un
cachorro extremadamente silencioso pero al final ella lo dejo pasar, luego
pasamos a un compartimiento donde estaba un Golden retriever precioso con su
pelaje dorado, gracias a mi por supuesto—.digo con superioridad, Silvia asiente.
— ¿Entonces cual eligió?—.dice para dar movimiento a la
entrevista.
—después de alguno intentos fallidos, eligió una Caniche
enano algo tímida, pero hicieron una buena conexión, entre sonrisas ella me
dijo que la adoptaría, asentí, hicimos otros documentos legales y ante la ley
ahora era su responsabilidad, le repetí que iría en unos días a verificar que
estuviera recibiendo un buen trato.
— ¿Podría explicarle al público a que te refieres con buen trato
hacia el cachorro?—.dice mirando al camarógrafo.
—bien, básicamente, la mascota debe tener agua, alimento y
lugar donde poder descansar que se adapte a sus dimensiones, es decir si es
grande la cantidad de agua y alimento deberá se r mayor y si es pequeño menor—.hago
una pausa, para recordar. —además de que deberá ser bañado al menos una vez a
la semanas, esto depende del tipo de mascota y deberá ser paseado regularmente,
hay otra cosas, pero eso sería lo principal.
—ya oyeron guapísimos, a cuida bien a su mascotas, es más
acabando de ver el video, quiero que me envié un foto suya con su mascota—.le
lanza un guiño a la cámara, el camarógrafo sonríe bobamente, de inmediato se
vuelve a concentrar, cuando le mira son seriedad.
— ¿Entonces fuiste a
verificar que la Caniche enano estuviera bien?—.asiento rápidamente.
—sí, así comenzó todo—.digo señalando mi traje, ella asiente.
—empecé a sospechar cuando la mujer que adopto a la mascota
no me devolvía las llamadas, así que tome una móvil, cuando acabo mi turno en
el centro de rescate.
Cuando llegue al edificio, el portero me echo un mirada,
había olvidado arreglarme, me daba igual, lo hice a un lado y entre, marque la
planta veinte, aun no sabía la crueldad que vería.
Cuando estuve frente a la puerta blanca, volví a llamar a la
dueña del Caniche enano, nadie contesto.
Golpee la puerta un par de veces, oía los gemidos y aullidos
del otro lado, toque con más fuerza y nadie me abrió.
— ¿Qué hiciste?—.pregunta expectante.
—utilizar las escalera de incendios, baje rauda por las escaleras
internas, botando al portero y me fue al lateral del edificio.
La escalera estaba a unos tres metros del suelo, comencé a
ver que había en el callejón para subir, cerré el contenedor de basura y torpemente
me trepe en el para logra deslizar la escalera, cuando lo hice me trepe hacia ella
y comencé a correr pisos arriba.
Mientras mentalmente iba contando cada vez que pasaba una ventana,
para no entrar por erro a otro apartamento, los gemidos también me guiaron.
Cuando llegue al epicentro del ruido, me seque la frente y tome
aire, vi impotente a través de la ventana.
La mujer con la que hice el contrato tirada en el suelo, en un
charco de sangre, a metros de ella, estaba la que deduje era su novia, su
alborotado cabello oscuro se sacudía, mal levantar un silla contra el pequeño animal,
que temblara y gemía en un rincón.
Saque mi móvil y llame a la policía, recostada contra la
fría pared, fuera de su visión, la operadora tomo mi pedido y me explico que por
el lugar tardarían unos treinta minutos en llegar, no sabía si la mujer
resistiría tanto o si para cuando llegasen no habría uno sino dos cadáveres.
Haría todo a mi alcance para que esto no ocurra.
Pensamientos bombardeaban mi mente, hazlo y discúlpate
después.
Revente la ventana con mi bolso, el estallido la distrajo,
no lo pensé dos veces y me lance sobre ella.
Un derechazo me hiso retroceder, sentir la sangre correr por
mis labios.
Corría hacia mí, aun mareada logre sujetarle por los pelos y
la lance en dirección contraria, ella gritaba.
La silla queda entre nosotros, se secaba con la mano, la
sangre que le corría por la herida abierta encima de su ceja, sus oscuros ojos
me miraban con odio.
Ahora solo era cuestión de quien tomaría la silla primero.
Su mano se posó sobre la madera, la golpee con todas mi
fuerzas para hacerla soltar, levantó la mano por dolor, tome la oportunidad
para levantar la silla con fuerza hacia su cara, el respaldo encajo de lleno
debajo de la mandíbula haciendo caer hacia atrás.
La sostenía contra mí ,buscándome proteger, ella empezado a
levantarse tambaleándose, su barbilla goteaba sangre, pero no había dolor en su
cara, solo odio y una macabra sonrisa que me enseñaba su diente inyectados en sangre,
su sangre.
—quédate, allí, o juro que te quebrare esto en el cuerpo—.le
amenazo, pero eso parece excitarle, corre hacia mí, sin quitarse la sonrisa de la
cara.
Cierro los ojos y lanzo la silla con todas mis fuerzas hacia
adelante, hasta que en un golpe seco se detiene, un grito ahogado, me hace abrirlos,
la silla se ha partido, su sonrisa se ha borrado y ahora se desmoronas cayendo
de bruces, golpeándose la cabeza.
Me acerco a la mujer que yace a un par de metros, pongo lo dedos
sobre su cuello aún tiene pulso, le levanto para que no se ahogue con su sangre,
ella me mira a penas y su mirada se vuelve a perder, está respirando apenas.
La perra histérica sigue tirada sobre el suelo, me obligo a
verificar si sigue viva, lo hace, solo esta desmayada.
Finalmente me acerco a la mascota, que sigue presionada
contra la pared, le alargo la mano, se acerca y comienza a lamer las puntas de
mis dedos, le sonrió.
— ¿Cómo termino todo?—.dice con la boca abierta, el cámara también
me mira sorprendido, pero ahora si a la cara.
—espere a que llegase la policía con el animalito en brazos,
no dejaba de temblar, brinde mi declaración, mientras los paramédicos se
llevaban a ambas, la bastarda iba encadenada a la camilla escoltada, cuando los
policías me dejaron, para revisar la escena, me acerque a uno de los médicos
para preguntarle como estaría la mujer que adopto a la mascota, me explico que
si hubieran pasado uno minutos hubiese muerto asfixiada con su sangre.
—ya lo ven guapísimos, una heroína defensora de cachorros—.dice
elevando las palabras.
—finalmente logre reubicar a la Caniche enano y ahora tiene
una dueña amorosa—.ella asiente y pone la mano sobre mi pierna, le echo una
mirada desconcertada, pero me detengo cunado ella me echa otra mirada lenta.
—entonces alguna palabras finales para nuestro público—.asiento.
—por favor cuiden a su mascotas, ellos le brinda cariño y a
cambio piden lo mismo—.digo mirando a la cámara, ella hace una seña con la mano
libre y el camarógrafo baja la cámara y se marcha.
—Entonces defensora de cachorros, que haces en tu tiempo
libre—.dice sonriéndome lentamente.
Toso con fuerza. —bueno ya sabes que una heroína no tiene
tiempo libre, además con el puesto de gerencia estoy bastante ocupada—.ella
asiente con algo de resentimiento y quita la mano, con la que comienza a buscar
algo en su jean ajustado a sus largas piernas, me entrega su tarjeta de contacto,
yo asiento, ella se levanta y se despide de mí, marchándose meneándome las caderas,
sonrió.
DEFENSORA DE CACHORROS
—Dime estela—.toso
con fuerza y el camarógrafo asiente. —Ok volvemos a empezar—.le indica la
entrevistadora acomodándose las gafas por encimas de su cabello verde que
resaltan sus morados ojos. —HOLA; guapísimos aquí Silvia comunica como ya saben
paco está de vacaciones—.hace un movimiento y el cámaras se acerca. —el día de
hoy entrevistare a la reciente heroína defensora de cachorros—.no puedo evitar
saludar bobamente a la cámara, toso y apoyo las manos sobre mis piernas.
—Entonces, ¿Cuánto cachorros has logrado rescatar hasta
ahora?—.hace un pausa, esperando mi respuesta.
Comienzo sin querer a mover las uñas pintadas. —unos doscientos,
Silvia comunica, aunque la sociedad no quiera reconocerlo, el problema del
maltrato de perritos con sillas es algo real y está sucediendo—.ella asiente.
—Hago una llamado a los millones de espectadores de tu canal,
si conocen a alguien que este maltratando un cachorro con una silla, llamen a protección
de animales y si no funcionan llámenme a mí—.digo con convicción.
—así es amigo, ya escucharon, en esto momentos aparecerá la
forma de contactar con defensora de cachorros—.dice asintiendo a la cámara, el
chaval no deja de mirarme el top
Silvia se gira, cuando nota mi molestia, logro notar que le lanza
un mirada asesina, este tiembla y asiente.
Vuelve a mirarme quedando contra la cámara y mueve los
labios: “lo siento el tipo es nuevo ya sabes cómo son las hormonas”.
Asiento entre risas que no logro aguantar, ella me devuelve
el gesto.
—bueno defensora de cachorros, cuéntanos cómo te convertiste
en la heroína admirada que eres hoy—.asiento agradeciéndole por el comentario.
Me acomodo el antifaz, cerciorándome que oculte mi
cara—.bueno yo no siempre fui la heroína que conoce ahora, tuve tiempos oscuros,
pase una temporada en un psiquiátrico, no es por justificarme pero fueron cosas
malas una tras otras y bueno aun no era tan madura como ahora así que termine cediendo
ante la tentadora oferta de la locura.
Ella asiente y se golpea el mentón con sus largos dedos rítmicamente,
como buscando una idea.
—“La locura, como tú sabes, es como la gravedad. basta con
un pequeño empujón. Joker / Guason
”—.dice finalmente sonriéndome ampliamente, le devuelvo el gesto.
— ¿Pero cómo lograste salir de allí?—.continua, manteniendo
una sonrisa pequeña.
—no fue fácil hubo días en la que estuve con camisa de
fuerza, pero con la ayuda de los médicos y psiquiatras fui saliendo de eso,
ahora par finalmente salir del centro fue bajo autorización de mi psiquiatra; estaba
legalmente sana mentalmente, con la condición de que siguiera la prescripción médica
por seis meses. —hago un pausa y bajo la voz—.así lo hice, fue un momento
oscuro en mi vida pero ya lo supere.
—no tienes que avergonzarte, has hecho mucho bien a esta
ciudad, después de todo todos tenemos demonios, nuestra obligación es ser más
fuerte que ellos—.dice tratando de motivarme, no es que lo necesite, igual le sonrió,
ella siente.
—un par de meses después de haber terminado con el proceso
de medicación y reintegración a la sociedad….
—Tuviste tu primera caso—.dice apresurándose a mis palabras,
me enojo por un segundo, hasta que comprendo que está haciendo su trabajo. —puedes
contarnos los detalles—.dice expectante.
—claro había conseguido un empleo de medio tiempo como ayudante
en un refugio de mascotas abandonadas, ya sabes necesitaba probarle al comité
de trabajo, que volvía a estar mentalmente capacitada para poder postular
nuevamente a mi cargo de gerencia—.ella asiente, con los ojos en grande, lo que
resalta su delgada cara.
—una de mis obligaciones era verificar que las mascotas
reintegradas tuvieran un buen trato por parte de sus dueños, las primera
semanas todo transcurrió normalmente, les alimentaba y bañaba—.no puedo evitar reír.
—Que sucede; ¿alguna anécdota graciosa?—.asiento y ella
mueve su cuerpo hacia adelante, como esperando que la diga.
—la primera ves que bañe a una mascota, me toco una san
Bernardo, linda y tierna, pero se transformó ni bien toco el agua, olvide
asegurar su collar a la correa de la tina, entonces salto hacia mí y me gano en
peso, ese día entendí que veinte kilos envueltos en pelaje mojado, nunca se van
de las blusas—.ella se ríe, igual yo.
— ¿Todavía tienes la blusa?—.pregunta ansiosa.
—Sí, pero prefiero no mostrarla—.ella estruja los labios por
que se reciente, pero lo acepta.
—bueno, un día estaba limpiando los compartimientos donde
duermen y escucho el timbre a través del altavoz en el recinto, me descontamine
y Salí por la puerta, hacia la sala de atención.
Allí estaba una mujer, de cabello ensortijado y grandes
caderas—.me paro un segundo, lo pensé o lo dije en vos alta, por la cara de
Silvia lo segundo, me echa una mirada lenta, lo que no sé porque me produce un
ligero temblor, toso para apartar la sensación.
—le pregunto si desea adoptar a una mascota, ella me explico
que no estaba segura, porque su novia a veces era algo violenta, pero quería
dárselo como regalo por su primer aniversario de estar en su nuevo apartamento.
Le explique las fórmulas que debía llenar y que por ley yo iría
a visitarle en el domicilio que figuraba en la hoja de entrega en adopción, cuando
terminamos de hacer los trámites preliminares, la lleve hacia el local donde
estaban todas las mascotas abandonadas.
Le mostré la san Bernardo, pero ella negó y me dijo que no
tenían mucho espacio en el apartamento, además que a su novia no le gustaba
mucho tomarse responsabilidades extras y que si se lo llevaba al final ella se
encargaría de todo, asentí y le mostré otras opciones.
Entres ella un pastor alemán, un basenji recalque que era un
cachorro extremadamente silencioso pero al final ella lo dejo pasar, luego
pasamos a un compartimiento donde estaba un Golden retriever precioso con su
pelaje dorado, gracias a mi por supuesto—.digo con superioridad, Silvia asiente.
— ¿Entonces cual eligió?—.dice para dar movimiento a la
entrevista.
—después de alguno intentos fallidos, eligió una Caniche
enano algo tímida, pero hicieron una buena conexión, entre sonrisas ella me
dijo que la adoptaría, asentí, hicimos otros documentos legales y ante la ley
ahora era su responsabilidad, le repetí que iría en unos días a verificar que
estuviera recibiendo un buen trato.
— ¿Podría explicarle al público a que te refieres con buen trato
hacia el cachorro?—.dice mirando al camarógrafo.
—bien, básicamente, la mascota debe tener agua, alimento y
lugar donde poder descansar que se adapte a sus dimensiones, es decir si es
grande la cantidad de agua y alimento deberá se r mayor y si es pequeño menor—.hago
una pausa, para recordar. —además de que deberá ser bañado al menos una vez a
la semanas, esto depende del tipo de mascota y deberá ser paseado regularmente,
hay otra cosas, pero eso sería lo principal.
—ya oyeron guapísimos, a cuida bien a su mascotas, es más
acabando de ver el video, quiero que me envié un foto suya con su mascota—.le
lanza un guiño a la cámara, el camarógrafo sonríe bobamente, de inmediato se
vuelve a concentrar, cuando le mira son seriedad.
— ¿Entonces fuiste a
verificar que la Caniche enano estuviera bien?—.asiento rápidamente.
—sí, así comenzó todo—.digo señalando mi traje, ella asiente.
—empecé a sospechar cuando la mujer que adopto a la mascota
no me devolvía las llamadas, así que tome una móvil, cuando acabo mi turno en
el centro de rescate.
Cuando llegue al edificio, el portero me echo un mirada,
había olvidado arreglarme, me daba igual, lo hice a un lado y entre, marque la
planta veinte, aun no sabía la crueldad que vería.
Cuando estuve frente a la puerta blanca, volví a llamar a la
dueña del Caniche enano, nadie contesto.
Golpee la puerta un par de veces, oía los gemidos y aullidos
del otro lado, toque con más fuerza y nadie me abrió.
— ¿Qué hiciste?—.pregunta expectante.
—utilizar las escalera de incendios, baje rauda por las escaleras
internas, botando al portero y me fue al lateral del edificio.
La escalera estaba a unos tres metros del suelo, comencé a
ver que había en el callejón para subir, cerré el contenedor de basura y torpemente
me trepe en el para logra deslizar la escalera, cuando lo hice me trepe hacia ella
y comencé a correr pisos arriba.
Mientras mentalmente iba contando cada vez que pasaba una ventana,
para no entrar por erro a otro apartamento, los gemidos también me guiaron.
Cuando llegue al epicentro del ruido, me seque la frente y tome
aire, vi impotente a través de la ventana.
La mujer con la que hice el contrato tirada en el suelo, en un
charco de sangre, a metros de ella, estaba la que deduje era su novia, su
alborotado cabello oscuro se sacudía, mal levantar un silla contra el pequeño animal,
que temblara y gemía en un rincón.
Saque mi móvil y llame a la policía, recostada contra la
fría pared, fuera de su visión, la operadora tomo mi pedido y me explico que por
el lugar tardarían unos treinta minutos en llegar, no sabía si la mujer
resistiría tanto o si para cuando llegasen no habría uno sino dos cadáveres.
Haría todo a mi alcance para que esto no ocurra.
Pensamientos bombardeaban mi mente, hazlo y discúlpate
después.
Revente la ventana con mi bolso, el estallido la distrajo,
no lo pensé dos veces y me lance sobre ella.
Un derechazo me hiso retroceder, sentir la sangre correr por
mis labios.
Corría hacia mí, aun mareada logre sujetarle por los pelos y
la lance en dirección contraria, ella gritaba.
La silla queda entre nosotros, se secaba con la mano, la
sangre que le corría por la herida abierta encima de su ceja, sus oscuros ojos
me miraban con odio.
Ahora solo era cuestión de quien tomaría la silla primero.
Su mano se posó sobre la madera, la golpee con todas mi
fuerzas para hacerla soltar, levantó la mano por dolor, tome la oportunidad
para levantar la silla con fuerza hacia su cara, el respaldo encajo de lleno
debajo de la mandíbula haciendo caer hacia atrás.
La sostenía contra mí ,buscándome proteger, ella empezado a
levantarse tambaleándose, su barbilla goteaba sangre, pero no había dolor en su
cara, solo odio y una macabra sonrisa que me enseñaba su diente inyectados en sangre,
su sangre.
—quédate, allí, o juro que te quebrare esto en el cuerpo—.le
amenazo, pero eso parece excitarle, corre hacia mí, sin quitarse la sonrisa de la
cara.
Cierro los ojos y lanzo la silla con todas mis fuerzas hacia
adelante, hasta que en un golpe seco se detiene, un grito ahogado, me hace abrirlos,
la silla se ha partido, su sonrisa se ha borrado y ahora se desmoronas cayendo
de bruces, golpeándose la cabeza.
Me acerco a la mujer que yace a un par de metros, pongo lo dedos
sobre su cuello aún tiene pulso, le levanto para que no se ahogue con su sangre,
ella me mira a penas y su mirada se vuelve a perder, está respirando apenas.
La perra histérica sigue tirada sobre el suelo, me obligo a
verificar si sigue viva, lo hace, solo esta desmayada.
Finalmente me acerco a la mascota, que sigue presionada
contra la pared, le alargo la mano, se acerca y comienza a lamer las puntas de
mis dedos, le sonrió.
— ¿Cómo termino todo?—.dice con la boca abierta, el cámara también
me mira sorprendido, pero ahora si a la cara.
—espere a que llegase la policía con el animalito en brazos,
no dejaba de temblar, brinde mi declaración, mientras los paramédicos se
llevaban a ambas, la bastarda iba encadenada a la camilla escoltada, cuando los
policías me dejaron, para revisar la escena, me acerque a uno de los médicos
para preguntarle como estaría la mujer que adopto a la mascota, me explico que
si hubieran pasado uno minutos hubiese muerto asfixiada con su sangre.
—ya lo ven guapísimos, una heroína defensora de cachorros—.dice
elevando las palabras.
—finalmente logre reubicar a la Caniche enano y ahora tiene
una dueña amorosa—.ella asiente y pone la mano sobre mi pierna, le echo una
mirada desconcertada, pero me detengo cunado ella me echa otra mirada lenta.
—entonces alguna palabras finales para nuestro público—.asiento.
—por favor cuiden a su mascotas, ellos le brinda cariño y a
cambio piden lo mismo—.digo mirando a la cámara, ella hace una seña con la mano
libre y el camarógrafo baja la cámara y se marcha.
—Entonces defensora de cachorros, que haces en tu tiempo
libre—.dice sonriéndome lentamente.
Toso con fuerza. —bueno ya sabes que una heroína no tiene
tiempo libre, además con el puesto de gerencia estoy bastante ocupada—.ella
asiente con algo de resentimiento y quita la mano, con la que comienza a buscar
algo en su jean ajustado a sus largas piernas, me entrega su tarjeta de contacto,
yo asiento, ella se levanta y se despide de mí, marchándose meneándome las caderas,
sonrió.
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HOLA;RECUERDA:comentar siempre con respeto y compostura;así estaré encantado de leerte :)