MÔR. |
MÔR
Gimen y se retuercen tratándose de zafar de nuestras
cadenas, sonrió mientras veo el sudor emerger, eso les dará un mejor sabor, lo
pequeño charcos delante mío, se llenan ondas, mientras el pesado eco, de su
grasa golpea contra la roca, la escucho bufar, «esta hambrienta»; los verdes
ojos de la mujer van de un lado hacia otro, el pecho del hombre sube y baja
dentro de su empapada camisa, recordatorio de cómo lo arrastre hasta aquí.