RETO#14 CLAUDIA DESENCANDENADA. |
CLAUDIA DESENCADENADA
RETO#14 EL LIBRO DEL ESCRITOR.
PREMISA:Describe una historia cuyo punto de partida comience con el final de toda la trama. La idea es que tomando el desenlace como inicio hagas un recordatorio de cómo se ha llegado a esa situación.
CLAUDIA DESENCADENADA
Empiezo a despertarme, me refriego los parpados, pero
mantengo los ojos cerrados por la resaca, producto de la extraña noche que
tuvimos, siento algo suave, en el extremo de mi brazo estirado, hace mucho que
no estaba en una cama, aprieto y escucho un leve gemido, abro los ojos de
golpe, volteo la cara para ver de dónde viene el sonido, Claudia esta desnuda a
mi lado y yo le sujeto uno de sus enormes pechos, como diablos llegamos a esto,
«pacomunica », aparto la mano y empiezo a recordar.
El portal se abrió y caímos hacia el pavimento, rebotamos un
par de veces, me levante apoyándome en los estantes metálicos, Claudia también
lo hiso, salimos, para darme cuenta de que estaba en una especia de auditorio,
al salir de lo que resulto ser el salón de almacenamiento.
Pronto nos encontramos con más personas, toda van
disfrazadas, algunos de personajes de anime otros de caricatura, unos trajes
eran más elaborados de otros, la gente pasaba de nosotros.
Levanto la mirada para ver un gran cartel levitando a un par
de metros sobre nosotros, decía: “bienvenidos a la súper convención de
cosplayers 2017”, pronto se borró para dar indicaciones delos concursos y
stands de mercaderías en el lugar.
Un pequeño círculo se había formado contra una de las
paredes cerca de un stand, tuve que alar a Claudia, que estaba emocionada,
espero por el bien del público que sea por los cospalyer.
Es vegetariana, pero de mala manera eh aprendido que basta
un segundo para que los instintos tomen el control en su especie.
Perdimos a varios compañeros así, aparto la idea, sacudiendo
la cabeza, pero no ah tiempo, para que me sea innegable que hay cosas que sus
cuerpos pueden hacer que simplemente desafían la anatomía humana.
—Claudia, contrólate—.ella vuelve a centrarse en mí, se seca
la baba que le comenzaba a escurrir por la comisura de los labios, hacia la barbilla,
ella asiente.
Nos acercamos al tumulto.
—Entonces señor, a cuanto vende estas figuras de acción—.dice
un hombre con mi voz, bueno la voz que tenía cuando joven.
—ha sesenta euros joven—.responde un hombre de edad.
—lo ha escuchado todos, ha dicho sesenta euros—.todos lo
repiten y confirman.
—pues ahora pacomunica le va a decir la verdad, rápido
Silvia enfoca mi mano, hombre desalmado vende figuras desechable aprecio de originales—.trato
de acercarme para verla, pero retrocedo, cuando Claudia empieza a adelantarse, «creo
que debemos salir de este lugar, hasta que ella se controle».
—pero mira que detalles, si aquí el personaje, tiene cara de
estreñido, esta tintado con esmalte para uñas y para rematar la base no es estable,
es que compras estoy y a los dos días se desintegra en el viento—.la gente
comienza a enfurecerse. —es que usted es un timador, un maldito, que lucra con
los recuerdos de la infancia de la gente y nos vende porquerías.
Todos gritan afirmando lo que pacomunica ha dicho, « ¿se
llamara así?»
—este martes nuevo video, donde yo paco les enseño a
identificar figura de acción reales de imitaciones—.alarga esta palabra con
asco.
—queda Silvia, listo mi gente preciosa, gracias por su
ayuda.
La gente la ovaciona, tarda unos segundos en salir de entre
la multitud, entonces le veo, tiene el cabello teñido de verde y es delgado
pero musculoso, lleva una gorra con visera más grande que su cabeza que lleva
ladeada, y una camisa sin mangas.
Nuestras miradas se cruzan, se para en seco.
—Silvia corre, joder, graba esto—.es delgada mucho más que a
la Silvia que conozco, lleva el brazo en que sostiene la cámara lleno de tatuajes
y tiene un piercing en la boca, además de perforaciones en los oídos.
Masca un chicle, que hace globo y vuelve a tragar.
—me he encontrado con mi clon y paso esto—.hace una larga
pausa. —eh tío venga vamos hacer un primer plano de tu yo mirándonos—. Asiento,
más por empatía hacia mi yo de otro realidad, que por que tenga ganas.
Le hace una señal con la mano y comienza alejarse.
—Entonces cuéntame tío, de que va tu disfraz—.trato de hilar
mis ideas, «venga tío es que acabo de salir de una granja de humanos y esto no
es un disfraz. —ya está, lo he adivinado, vienes de vagabundo post apocalíptico,
que pinta te has mandado, seguro son horas de maquillajes para las costillas
expuestas y los ojos hundido, «horas de hambre idiota».
Cuando voy a insultarle, pasa de mí se mueve hacia Claudia.
Mierda me he olvidado de Claudia, tenemos que irnos de aquí,
lo confirmo cuando le miro.
—Entonces señorita usted está disfrazada de—.se golpea el mentón,
mientras la saliva comienza a bajarle por el suyo, parece un imbécil pero no
quiero que muera—.de una ¿mujer vaca?, Silvia checa este nivel, los cuernos parecen
reales—.comienza a tocarlos, esto parece despertar a Claudia, suspiro aliviado.
Es más que eso ella comienza a reírse.
—Silvia un primer plano, mujer cosplayer se ríe cuando le
tocan los cuernos—. «Pero que títulos más raros». —Ahora enfoca aquí—.ella
mueve la cámara hacia donde, señala. —es ético usar relleno para llegar al
tamaño de los personajes en las caracterizaciones, no se pierda el video del
miércoles.
—Cuál es su nombre—.cambia el tono de voz a uno áspero.
—oh bueno, Claudia—.ella siente, sonriendo y lamiéndose los
labios.
—bien Claudia, porque ahora estas en pacomunica—.como un
encantamiento ni bien lo dice un grupo de gente nos rodea, «esto no es bueno».
—dime, como puedes dormir en las noches, sabiendo que juegas
con las ilusiones de la gente, al utilizar relleno par caracterizar a una mujer
baca—.lo dice como pregunta, con molestia, «idiota, que no es un disfraz, que literalmente
esa es su especie, atontado» agito mi mano pero no me ve.
Claudia ladea la cabeza, confundía. —pero son reales—.atina
a decir.
—primicia nuevamente Claudia no miente, es que no tiene perdón,
me estás diciendo, que tienes una copa E natural—.ahora si comparto su incredibilidad,
suelto una risita.
Ella asiente.
—Paco ya para—.le increpa Silvia, que se ha terminado de
tragar el chicle.
La gente empieza a enfurecerse, «es que son muy tontos», me
llevo la mano a la frente.
La gente empieza a alterarse, alguien empuja a Claudia, ella
cae encima de paco.
—Kyaaaa—.grita agudamente, «pero que carajos».
—paco, infeliz, suéltale los pechos—.grita Silvia, el
levanta una mano. —cien por ciento real no fake, vuelve a bajarla.
Los siguiente pasa en segundo, Claudia se levanta a un velocidad
antinatural, eleva su brazo, veo una sonrisa malévola formándose en su cara,
cuando ella levanta con el otro brazos mano extendida baja con fuerza, la olas
se forman en la piel de paco.
Sale despedido, contra el público.
—idiota, como te atreves—.su voz a cambiado, es lenta y
alarga las palabras, está enojada.
Un par de persona le
han ayudado, a paco a ponerse de pie, el comienza a sobarse la cara cuando,
Claudia se le aproxima.
—eh guapa, tranquilízate—.le dice Silvia poniéndose entre los
dos. —sé que paco puede resultar un idiota, un tarado, un pelele y hasta un
degenerado—.paco tose con fuerza, no sé si por el dolor o por la plática que le
ha dedicado. —pero muy en el fondo es un buen tipo.
Claudia se frena a centímetros de Silvia, comienzo a moverme
hacia ellas no dejare que le haga daño.
Bufa, arremolinándole el cabello verde.
—quita, mujer, para que pueda devorarle, me ah deshonrado,
según la leyes de mi pueblo es lo justo—.pero Silvia no se quita, es más le
sostiene la mirada con sus profundos ojos morados.
La hace retroceder, lo suficiente para que avance un paso y
así hasta intersectarse conmigo, siempre eh admirado su valentía, rayando en
tontería.
Le pongo la mano sobre el hombro, parece desconcertada—.mira,
lo siento es que se mete mucho en el personaje y luego pasa esto—.digo medio
disculpándole, sin soltarle.
—vale, no la culpo, es que paco también es un
gilipolla—.este se ha quedado detrás suyo apoyado en el público. —venga les
invito el almuerzo en mi apartamento, paco paga la comida, es lo mínimo, que
puede hacer, ¿no?—.le lanza una mirada asesina que le hace temblar, asiente con
fuerza.
Claudia ha retrocedido hasta mí, parece estar de acuerdo con
la proposición, yo también lo estoy, lo que sea para salir de un lugar con tantas
personas, no quiero arriesgarme as que esto escale a algo peor.
Pacomunica se despide de su gente, luego de firmar un par de
autógrafos y tomarse una fotos con sus seguidoras, no sabe la suerte que ha
tenido, todavía sigue en pie y afuera, eso es un resultado positivo, teniendo
en cuenta las atrocidades que vi, sacudo la cabeza con más fuerza, no quiero
recordar o tendré que embriagarme, «no seas cobarde paco».
No subimos a su auto de cuatro puertas, Claudia y yo nos
sentamos atrás, Silvia no explica que ello tienen un canal de YouTube
“pacomunica” que es bastante popular tienen veinte millones de suscriptores y
creciendo.
Suben variedad y que paco siempre le ha gustado ser
polémico.
Paco le refuta que no es polémico, que solo le da al público
lo que quiere, también que Silvia es una buena cámara aunque aún tiene que
aprender, ambos se ríen y ella le golpea, el mantiene los brazos en el volante.
Conduce por una hora más o menos, hasta que llegamos a unos
edificios departamentales, codeo a Claudia para que se despierte, los abre
despacio mostrándome la profundidad de sus amarillos ojos, me siento un poco
culpable con Silvia delante, aun cuando sé que no es la mujer con la que estuve
casado.
Este pensamiento se me pasa, cuando bostezo con fuerza,
mostrándome sus enormes caninos.
Me sonríe, le devuelvo la sonrisa nervioso, se quita de mi
lado y salimos del auto.
«Tiene buen culo»—.bostezo. —«cálmate paco», sonrió.
Comenzamos a subir por el ascensor, Silvia y Claudia
delante, nosotros detrás, cuando llegamos al piso diez, las puertas se abren.
Ella abre una segunda puerta y estamos dentro del
apartamento, es espacio, con grandes vitrales, por un segundo los edificios que
observo a través de ellos, desaparecen.
Estoy de vuelta con paco y Silvia, los que ayudaron al
humanidad, en su enorme laboratorio, con las mesetas de plano, «me pregunto si
ellos podrían diseñar un medicamento para apaciguar las cosas en al realidad de
Claudia».
Que sucedería si persona pudieran entrar y salir a voluntad
de las realidades para trabajar junto y alcanzar un bien mayor, la idea se oye
hermosa, talvez si se lo pidiera a mi supervisora escamosa.
Que por cierto llevo tiempo sin saber de ella, bueno
directamente, porque ella abre los portales entre las dimensiones.
—Oye Silvia porque no le ofreces una de tus “galletitas
felices”—.las palabras me regresan a la realidad, me volteo para verle, paco
está en la cocina, revisando el refrigerador.
Silvia le sonríe, sale y desaparece tras un puerta negra,
cuando reaparece trae consigo un bolsa de papel algo grande, que cruje cuando
la abre y saca un par, se lleva una a la boca, sigue caminando hasta que está
en el rango de Claudia, ella la toma.
Se la lleva a la boca y la traga.
—No tienen carne cierto—.pregunta luego de terminarla.
—oh, eres vegetariana—.ella asiente. —no te preocupes solo
tiene harina, azúcar, huevos y “hierba”.
—Oh entonces estás bien—.mete la mano y saca un puñado que
se lleva directo a la boca, mastica con fuerza, con las mejillas llenas, Silvia
se ríe, el sonido es contagioso y todos terminamos haciéndolos.
Pasan diez minutos y estamos sentados en los sillones de
cuero, me llevo de una en una sacándolas del puñado en mi mano que reposa sobre
mi pierna.
Ya me siento más en confianza—paco crees que puedas
prestarme tu ducha y algo de ropa—.el asiente
.—Claro, hombre, vaya que necesitas una—.me rio este tío es
la hostia, no como yo que siempre paro estresado tratando de encontrarla.
Camino junto a él, otra vez a la habitación de donde salió
Silvia, ellas se ríen en el fondo del apartamento.
Espero en el marco de la puerta abierta, preguntándome si
así habría lucido si le dedicara más tiempo al gimnasio que a estudiar, estaría
bien pero no estaría haciendo lo que amo.
Paco sale con una fila de ropa: un pantalón, camisa a
cuadros, zapatillas, ropa interior, con la otra mano sostiene unas gafas de
sol. —esto es importantísimo—.se ríe, también lo hago, y lo pone sobre el morro
de ropa.
El me indica donde queda la ducha cierro la puerta, dejo la
ropa en el suelo y abro el grifo, comienzo a fregarme lentamente, hace meses
que no sentía el agua refrescándome, ese maldito lugar era todo calor y
desierto.
Me llevo las manos a la cara y me paso los dedos entre el
cabello crecido, cuando levanto la cara con, los ojos cerrados no puedo evitar
pensar en Luis, comenzamos como compañeros de celda, pero terminamos siendo
amigos, lamento no haberle podido dar un funeral digno, dejarlo botado como un
pedazo de carne.
Me arrodillo sobre las baldosa, mis lágrimas se mesclan con
el agua, bajan por mi barbilla, Es que ese es mi destino perder o ver morir a
todos lo que amo, hay poca cosa de las que me arrepiento, un de ella es haber
dejado ir a Silvia y otra fue haber firmado el pacto con Mr coch.
Pero necesitaba tiempo y ahora lo tengo para estar solo.
Me pongo de pie y abro el grifo al máximo, siento como el
agua golpea mi adolorida piel, el dolor me impide pensar en esas cosas.
Cuando termino me colocarme la ropa, tengo que ajustar el
cinturón un par de agujeros, eh bajado mucho de peso, me veo en el espejo,
Silvia detestaría verme con esta barba, paso la mano por ella, baja hasta mi
cuello.
Me coloco las gafas, paco tiene razón, hacen la diferencia,
me veo hípster.
Sonrió a mi reflejo, «vamos paco no puedes dejar que te vean
herido, no le des ese gusto».
Cuando salgo de la ducha, ellos siguen en la sala comiéndose
las galletas, me acerco y cojo un puñado, como una.
—hombre que cambio—.me dice paco sorprendido.
—luces bien, para ser un anciano—.dice Silvia llevándose
otra galleta a la boca, Claudia ríe tímidamente.
Ella le palmea la pierna descubierta, creo que se ruboriza.
—no quieres darte un baño—.dice alargando las palabras y mirándola lentamente
con sus hermosos ojos morados, asiente.
—bueno, hombre, tenemos que ir por algo de comer—.dice,
levantándose.
—pero no había quedado pizza de ayer—.le comenta Silvia.
—Hoy es un día especial, tenemos invitados—.dice golpeándose
el pecho.
—Entonces pizza con piña—.responde sin quitarle los ojos a
Claudia, que comienza a aponerse nerviosa.
—nah, ya verás te sorprenderé, vámonos hombre—.asiento,
mientras me llevo la última galleta la boca.
Mientras conduce, yo sigo masticándola.
La ciudad empieza a encenderse, cuando la noche empieza a
llegar, cubriendo el cielo de naranja.
No detenemos frente a un puesto bien iluminado, hay paco
pide una ordenes de comida con nombre exóticos, entre estas chimichangas de
chorizo.
Recuerdo comerlos con Silvia en nuestras primeras citas.
Cargamos las bolsas llena de empaques descartables con
comida, conducimos de vuelta.
Cuando llegamos, al apartamento, ya es de noche, ponemos la
comida sobre la mesa de plástico, empiezo a retira el papel aluminio de estas.
—SILVIA A COMER—.le grita paco, en verdad no la he visto
desde que volví a llegar.
Escucho risa que vienen desde el corredor, paco deja caer
una fajita, se queda con la boca abierta y me señal hacia tras.
Silvia se ha cambiado de ropa al igual que Claudia, aunque
tienen la mis altura, los botones de la blusa corta, luchan por contener sus
pechos, el short deshilachado se abraza a sus anchas caderas.
Que resaltan por su cintura al descubierto, su estómago no
es plano pero no parece importarle.
—que paso paco, contrólate, le preste un poco de mi ropa a
tu amiga, al parecer somos de la misma talla—.me sonríe.
—Pero no de las mismas medias—.dice paco, moviendo el trozo
de carne que no ha soltado, usándolo como un indicador.
—Maldito pervertido—.le dice molesta.
—Tranquila Silvia, que yo solo tengo ojos para ti, ya tú
sabes—.se come la carne y se acerca ella, se abrazan y besan.
Nos sentamos a comer, cada uno pone lo que quiere en su
plato, junto a la infaltables “galletas de la felicidad”, me llevo una
chimichanga de chorizo a la boca y siento el dulzor de los frejoles.
La mano rápida de Claudia, aparece y desaparece una
chimichanga de mi plato, le lanzo una mirada asesina, le da igual a terminado
de tragarla, en un solo golpe.
— ¿Pero no eras vegetariana Claudia?—.le pregunta Silvia,
llevándose un poco de fajita, cuando termina se lame los dedos, lentamente,
ella siente.
—sabes que esa chimichanga llevan carne y de la buena—.le
veo la mueca que pone como procesando la información, primero se enoja, Luego
se sorprende.
No lo pienso y le atasco un par de galletas, se ríe mientras
trago, todos nos reímos, esa mierda funciona altamente.
Cuando terminamos, ellos se van su habitación, Silvia
comienza a desabrocharse la blusa, mientras nos indica donde esta habitación de
invitados y que si nos animemos, hay para de condones extras, le agradecemos,
ambos tomamos uno y nos vamos.
Dejo que Claudia se adelante, el short le resalta el culo,
más si es posible.
Ella se da vuelta cuando llega al marco de la puerta, me
mira provocativa, lamiéndose los labios y desabrochándose la blusa, que
finalmente sede a la presión, nos reímos.
Me acerco a ella y comienzo a besarla, bajo mis manos, para
terminar de quitarle la blusa, cuando cae al suelo, caminamos hacia atrás,
hasta caer en la cama, estamos lado a lado.
Puedo ver sus senos subir y bajar rítmicamente, esta
excitada, su sonrojada cara, no hace más que confirmarlo.
—sabes una vez lo hice con un humano—.dice tomándome de la
mano, la miro extrañado, pero luego recuerdo que ella no es humana. —me
escabulle en la madruga a una de nuestras granjas, en cierta forma por eso me volví
vegetariana.
—Él se convirtió en algo más que un trozo de carne para mí—.se
calla y veo las lágrimas brotar de sus amarillos ojos. —pero papa se enteró, lo
sirvieron asado con patatas en la cena de mi cumpleaños veintidós.
Intento zafarme pero me sujeta con fuerza.
—Sabes que fue lo peor. —me mira fijamente, lamiéndose los
labios—.sabia jodidamente bien, creo que lo que compartimos le dio un sabor
especial, comienza a pasar rítmicamente su mano por mi pecho.
—se lo que piensas, pero no soy un monstruo paco—.dice mirándome
lentamente.
—por eso te dará una oportunidad, te hare una sola pregunta
¿Por qué no debería devorarte?.
—empieza a levantarse, hasta quedar encima mío, trato de
pensar en algo lo suficiente mente fuerte, no responderá a la razón así que talvez
al miedo.
Sonrió con superioridad—estoy protegido por una entidad multidimensional,
una omnisciente y la organización intergaláctica unida—.sus ojos se abren de golpe,
pero se sigue acercando. —en este momento hay una decena de naves orbitando la atmosfera
y los planetas cercanos, tócame y te desintegraran.
Se ha detenido. —pruébalo.
Un sonido sordo inunda la habitación, Claudia levanta la mirada,
buscando el sonido, se me quita de encima.
Un portal se ha abierto sobre un ropero, en un instante desaparece
pulverizado, como si nunca hubiese existido.
Ella se queda paralizada del miedo, no puedo evitar reír.
—entonces Claudia, que decías—.le digo sarcástico.
—Vale, te creo no sabía que tuvieras tanto poder—.arrastra
la palabras con los ojos desorbitados, tiene miedo, el portal se cierra y el
ruido se va.
Me levanto de golpe y camino hacia ella, besándola, hoy
quiero olvidar, hoy quiero darle descanso a mi golpeado corazón.
Siento sus brazos descender por mi cuello, comienza a
desabrochar mi pantalón.
Tropezamos y caemos sobre la cama.
Sonrió, mientras ella se termina de despertar a mi lado,
bosteza con fuerza, levantando los brazos, se gira y me mira con dulzura.
Sabiendo
perfectamente, como diablos llegamos a esto.
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HOLA;RECUERDA:comentar siempre con respeto y compostura;así estaré encantado de leerte :)