1 de abril de 2017

SUPRESIÓN MS.TÂN;RETO#47 EL LIBRO DEL ESCRITOR.

RETO#47 SUPRESIÓN MS.TÂN. 


SUPRESIÓN MS.TÂN


RETO#47 EL LIBRO DEL ESCRITOR.


PREMISA: Escribe un cuento de princesas, pero dale un vuelco radical a algunos de sus tópicos.

SUPRESIÓN MS.TÂN

Han pasado un par de días MS.DDAEAR, hecho un vistazo a la habitación que ya conozco a la perfección por solo son dos luces y entre ellas una puerta de madera negra, el resto son paredes y las esposas que me atan a una de estas.

Sacudo la cabeza para terminar de despertarme, lo cierto es que me deje atrapar en parte para poder absorber a un par de seres, aunque lo que si es que me sorprendió verle, no reconozco hasta hoy a que especie perteneces, pero extrañamente me trato como una hija, al menos al principio.

Luego me encerró en esta torre.

Me concentro en la aleación que me contiene las muñecas, abro los ojos de golpe y en una explosión mental se quiebran al igual que la puerta frente a mí, la habitación que a oscura.

La luz del corredor entra por el marco, los fragmentos aun flotan en el aire.

Me impulso y quedo levitando a centímetros del suelo.

Extrañare estos poderes, pero si todo sale bien subiré de nivel.

Escucho sus pasos acercarse por la escalera, mientras me acerco a su encuentro su deformada sombra por el Angulo de la luz se proyecta, antecediéndole.

Pronto su cabello plateado aparece, acompañado de su elegante perfil, a pesar de su rostro de enojo, es un bonita elfa.

Salta y avanza un par de escalones hasta la pequeña plataforma que nos separa, estamos a un par de metros, desenvaina su sable, el brillante metal refleja un delgado de luz, que cae a centímetros de mis pies.

—vuelve a tu prisión MS.TÂN—.dice empuñando su arma, yo sonrió, pronto dejare de usar ese nombre.

— ¿a esperar se recatada?—.suelto burlona, pero parece que se lo toma en serio porque asiente.

—Olvídalo—.suelto y muevo los brazos proyectando pedazos de pared que le lanzo a velocidad.

Pero los corta con facilidad, una nube de escombros se levanta a poco más de un metro de ella.

Sonrió será una buena batalla, ella se lanza hacia mí, cierro el puño y el suelo sobre lo que se apoyan sus delgados pies envueltos en una tela reflectante, sede, llevándosela en el proceso.

Escucho la plataforma precipitarse, cada vez que toca un nuevo piso, repito el proceso, hasta llegar al suelo, puedo ver su cuerpo retorciéndose de dolor, entre las nubes de escombros que se levanta.

Comienzo a desplegar mis apéndices, que se extiende con velocidad, brillan con avidez.

Veo un reflejo, a media que me acerco, es su espada irguiéndose, aún no está muerta, arqueo las cejas.

Tambaleante se pone nuevamente de pie, se seca la sangre de la cara y me echa una mirada retadora.

Se acomoda el cabello plateado detrás de los odios y vuelve a blandir su arma.

Su velocidad  me sorprende antes de que pueda terminar de procesarlo, comienza a escalar, impulsada por sus piernas, aferrándose a los escombros de los pisos derribados.

Guardo los tentáculos, que vuelven a rasgar mi piel, proyecto mis puños a la vez que aumento mi velocidad, para intercéptale medio de un salto.

En vez de eso un dolor punzante, acompaña a la sangre derramada, veo lentamente desprenderse mi mano, que es cortada en un movimiento limpio de su arma, gimo, dándole tiempo a aferrare a la siguiente saliente y perderse de mi campo visual.

Pero pronto le ubico cuando siento la hoja clavarse en mi piel, perforándome un pulmón, pierdo el control sobre mi levitación y caigo con fuerza al suelo, mientras siento que la hoja entra y sale de mi cuerpo.

Un hilo de sangre comienza a bajar por mi boca.

Me concentro y proyecto un trozo de pared, mientras ella sigue a lo suyo, sierro el puño y lo lanzo a velocidad, la parte inferior me rasga la espalda, el dolor, me despierta más, veo su cuerpo cayendo por la pared, dejando un área de impacto a su alrededor.

Proyecto mis apéndices a velocidad, al ver que se está levantando de nuevo.

Atravieso su cuello con uno, con el otro perforo su pecho, siento su corazón dejar de latir, mientras el líquido se empieza a drenar.

Los tentáculos se llenan de una sustancia espesa, al momento que su cuerpo se va apagando, Finalmente su cabeza cae con fuerza y sus  brazos se des tensionan, la hoja hace eco en la ampliada habitación, al caer de sus dedos ahora inertes.

Me tambaleo, mientras el líquido ingresa a mi organismo, en parte por el cansancio, en parte por el disfrute.

—no es personal, elfa, solo necesitaba tus habilidades—.extiendo mi brazo para acercar la hoja que logra levantarse unos centímetros antes de volver a caer, como yo clavando fragmentos en las rodillas.

Eh perdido mis habilidades psíquicas.

Pero eh ganado las habilidades de combate, del ser que termino de asimilar, siento las proyecciones regresando terminando de rasga mi piel, gateo torpemente hacia el arma que descansa a centímetros de su anterior dueña.

Desprendo la funda de su arma, de su pálido cuerpo, que aún se mantiene caliente, la tela se hunde revelando su piel pegada a los huesos.

Me ato el portador, abrochándome más ajustado de su posición gastada original, era algo más gruesa que yo.

La tomo y me apoyo en ella para levantarme.

Mi cabeza se gira con fuerza, cuando escucho un golpeteo extraño en la puerta de madera negra, que descansa en medio de la pared, segundos después se repite, camino torpemente hacia esta, haciéndome una idea de a quien esperar del otro lado.

Mi mano jala la pesada puerta hacia mí, al hacerlo se asoma su plana cabeza, me mira con sus ochos ojos.

—eh venido a rescatar a MS.TÂN—.suelta con aire de superioridad, al mover curiosamente sus largas pata.

— ¿Tu eres?—.digo al fin, poniendo mi mano por instinto, sobre la empuñadura del arma recién adquirida.

—el príncipe arácnido—.un par de ojos se entrecierra, pero el resto permanece abierto, me veo reflejada en ellos, mi cabello se a decolorado, ya no es tan verde, lo toco bobamente para convencerme de que esa soy yo. —acaso MS.DDAEAR no te lo dijo, elfa—.dice remarcando la palabra.

Me giro y del cabello sobresalen dos puntiagudas orejas que se proyectan hacia atrás, es normal que también asimile rasgos físicos.

—lo siento príncipe peor no necesito ser salvada—.su extraño rostro se torna en un figura de incomprensión, mi hoja se lanza para dar en medio de estos, chilla grotescamente y se echa hacia atrás.

Para mi sorpresa el movimiento no le mata, a pesar de que probablemente le haya atravesado el cerebro, ha de ser verdad su gran poder de renegación.

Pronto se proyecta hacia mí con sus largas patas, que se proyectan como afiladas dagas, mi cuerpos se mueve por instinto.

Veo con lentitud como el arma se agita aun en su cabeza, me deslizo entre los apéndices que aparecen detenidos en el tiempo o moviéndose muy lento para notarlo, ahora entiendo por qué la elfa no le preocupo que le dañase, es más creo que dejo que lo hiciese para que la pelea sea más pareja.

Logro proyectarme hacia adelante, sintiendo mi piel rasgarse, pero ignoro el dolor y proyecto mis brazos hacia delante incrustándolo entre sus ojos, al mismo tiempo proyecto los apéndices ambos contra su cabeza, atravesándola de lado a lado.

Al hacerlo su cuerpo cae con fuerza, levantando una nube de polvo a su alrededor, no pierdo el tiempo y vuelo a introducirlos, para asimilarle.


Me yergo sobre mis pastas con algo de dificultad, acostumbrarme a la nueva distribución de mi cuerpo, MS.TÂN se ha ido.

Ahora soy MS. CORRYN.

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