CAPITULO UNO: HOLA; SOY DANIEL.
CAPITULO UNO: HOLA; SOY DANIEL. |
CAPITULO UNO: HOLA; SOY DANIEL.
El pitido de mi móvil llena mi habitación cada vez más
fuerte, me toma un par de intentos alcanzarlo lanzando el brazo hacia donde debería
estar, lo atraigo a mi cuando siento los bordes entre mis dedos, aun
entumecidos, por haberme quedado dormido sobre él, levanto la cara, con la
visión algo borrosa, logro reconocer el rojo botón del logo de YouTube.
Presiono la pantalla contra mi pecho y me giro, haciendo
sonar el colchón gastado, debajo de mí, Deslizo el dedo, por la pantalla con
algo de dificultad por la vibración que empieza, con la otra me sobo los ojos y
bostezo, con la visión más clara leo el mensaje:
“estimado Daniel:
Desde YouTube le informamos que su canal (Daniel
Exploraciones Y Misterios) ha recibido su primer strike.
Razón: copia de contenido del canal Sofía D.
Evite el cierre de su canal de YouTube, que se efectuara si
reincide y llega a obtener el tercer strike.
Atentamente YouTube.”
Aplasto el móvil que se hunde en la superficie achochada—. «Esto
debe ser una maldita broma»—.respiro hondo y me impulso con las piernas para el
frio concreto del piso tocar.
—Que yo me copio el contenido, si la que te copias eres tu—.mis
manos se agitan intentando agarra ah un enemigo
invisible, hasta que la incorpórea superficie es remplazada por una que cala
mis dedos a velocidad, es tarde con un sonido seco el interruptor de luz
desciende, dejándome medio ciego.
Muevo las manos por el aire hasta sentir la superficie
arrugada de mi sabana, la jalo hacia mí, abro
los ojos de apoco, a través del filtro sintético veo mi habitación, iluminada por el foco que
cuelga de techo, que deja entrever el desorden del lugar.
Frente a mi esta la pila de hojas torpemente organizadas en
fólderes, que son mis trabajos para la secundaria y a su derecha una torre
media inclinada por la altura que duplica a la anterior en su interior está el contenido
para mi canal en el que aún estoy trabajando.
La sabana se desliza entra mis dedos que terminan de
recuperar su movilidad, veo que ondea con suavidad hasta caer cerca de mis
rodillas cubriendo el resto de mis piernas y más de la mitad del buzo con el
que duermo, dejando el espacio, en el que busco mi móvil, lo veo con la mitad de
él pendiendo, al girarme, estiro el brazo y mis dedos se cierran sobre la
delgada y lustrosa superficie.
Le empujo con la parte carnosa de mi palma, para que termine
de introducirse en el arrugado bolsillo, que se extiende hasta que el aparato
desaparece en la gris tela.
Cierro los ojos con fuerza, ya no por la luz sino para
respirar con fuerza, el aire frio de la madrugada me inunda los pulmones con
ese extraño sabor a agua y te amargo, extiendo mi piernas hasta dejar la mitad
de mi cuerpo fuera de la cama, proyectándolas hasta sentir el frio del cemento
en las plantas de mis pies, un ligero temblor me recorre el cuerpo.
Camino, con pasos largos hasta la puerta de metal, que abro,
el resonar de la madera y el metal de la perilla hacen eco en la casa, la luz
del cielo amaneciendo entra de apoco dejando todo en un tono gris algo más
claro que mis pantalones, haciendo resaltar el azul de mi polo manga corta,
camino hasta la cocina, sin toparme con mis padres que de seguro todavía
duermen.
Como el resto de gente normal—. « Soy el único tipo que
duerme cinco horas para que le alcance el tiempo»—. Resuena en mi mente y
pronto se complementa con el arqueo de mis cejas —. «Para darle contenido a una
audiencia que decreció drásticamente, por culpa del jueguito de esa tipa». —
Resoplo y veo como el vapor se forma alrededor de mi boca, cuando el aire
caliente termina de escapar del interior—. «Por culpa de Sofía».
Tomo una cucharita de un anaquel, que se filtra entre mis
dedos, como si por un instante ya no fuese de metal, el ruido se intensifica
por el silencio de la casa, acompañado del gorgoteo de las cañerías, me agacho
calculando la distancia para no darme un cabezazo y le devuelto a la taza.
Llena del hermoso liquido oscuro, le doy un trago largo como
si el espeso contenido que me raspa la garganta me regresase el calor que eh
perdido por la piel de mis brazos expuesta, al aun frio ambiente, cuando el
metal se despega de mis labios aun siento el regusto a carbón y miel.
«Ah ver que yo solo quiero subir mi contenido, solo eso, no
molesto a nadie, porque tiene que meterse en el asunto»—.pienso mientras doy un par de
pasos y dejo caer la taza con fuerza sobre la mesita, la otra aun forma
circulitos por el vapor del cubierto en el aire, que apunto como una daga al
frio.
Abro el fregadero para lavarla y de paso echarme un poco de
la congelada agua a la cara, si es que está bien ahorrar electricidad, como
ellos no se despierta sino hasta que el sol termina de salir, solo yo me llevo
el agua helada, que me hace temblar los músculos de la cara.
Extiendo los brazos con fuerza, para librarme del exceso del
líquido que me enfría con rapidez, dejo ambos sobre la baldosa para que
destilen y empiezo el camino de vuelta a mi habitación.
Me siento frente a la portátil incrustada entre las dos
montañas de papeles, paso de las actualizaciones de noticias, hasta que un
mensaje cubre un cuarto de mi pantalla, al igual que la mediana sonrisa que
tensa un poco mis músculos todavía fríos.
Es una alerta de la página de anime a la que estoy suscrito,
me avisan de un nuevo capítulo de manga que llego en versión impresa con
traducciones al español y que ya sacaron
la versión UHD de mi anime preferido.
Entro en la página principal, la alerta se difumina, navego
por los nuevos post con rapidez leyendo a penas los títulos algunos en japonés
o Ingles y otros ya en español, no quiero pararme a verlo con detalle o
terminare leyendo por una hora los avances y ya será momento de tomar el
subterráneo.
Ojos se posan por unos segundos en la nueva colección de
figuras que saldrá para esta temporada, una burlona sonrisa se dibuja en mi cara,
al ver el puntiagudo sombrero se dobla ligeramente hasta dar con la ancha ala
inferior, todo el camino es recubierto por una cinta verde fosforescente, que
juega con sus hermosos ojos color caramelo.
Los encendido mechones naranjas y rojo de su cabello se
juntan hasta recogerse en una coleta que descansa sobre su blusa de mangas
cortas, proyectándose por la gran curvatura de sus pechos apenas contenidos,
por los botones de acero, dando la sensación de estar suspendido en el aire.
El resto de sus delgados brazos está recubierto en morado
que baja por sus caderas para unirse a una ceñida blusa que se desliza para
terminar en un falda que fluye cubriendo hasta sus rodillas, que se proyectan
por sus largas piernas terminando en zapatos planos y negros.
«Al fin incluyeron a la protagonista en versión hechicera»—.mi
expresión se borra cuando veo el precio—. «Debe ser por el plástico extra del
molde». —me tomo un par de segundos más para mirar le resto de imágenes de
referencia en Alta Resolución, deslizo la mano y cierro la ventana; no puedo
pagar los cien dólares que piden.
Me tomo tres meses ahorrar lo suficiente para una GoPro Hero4
Silver; unos cuatro cientos dólares, no quiero imagina ahora que solo tengo
tres millones de suscriptores, de cinco que tenía antes que cayesen en picada
por culpa de la video critica de Sofía acusándome de robarle contenido.
Trate de rebatirlo pero era tarde los veinte millones de
suscriptores, esparcieron el mensaje y el resto fue cuestión de horas, el eco
del metal bajo mi puño que bajo con fuerza, se opaca, a la vibración en mi
buzo, me toma unos segundos sacar el móvil y ponerlo frente a mí a medio camino
de la pantalla, es la alerta para el nuevo video.
Lo primero que veo al entrar al portal de YouTube son las
tendencias, nunca está de más y como desde hace un mes; ahí están sus azules
ojos con la amplia sonrisa rematada por las puntas de cabello azules y caramelo
que lucen más opacas por el filtro de la imagen al lado del título del video, a
través de la miniatura situada en la cesión misterios, dejó con delicadeza
temiendo que arroje el celular a la otra esquina de mi habitación, al lado de
mi laptop.
A pesar de que su canal es de variedades; “teorías
escalofriantes parte cinco”; reza el título compuesto por letras de las que
parecen crecer raíces, bufo, hasta que el móvil vuelve a vibrar repitiendo la
alerta esparciendo el temblor por el codo apoyado sobre el metal, que se suma a
mis dedos golpeándome la barbilla.
—hola mis queridos D—.suelta sonriente con las palmas
extendida a través de su redondeada cara, dándole un aspecto dulce, sus codos
se apoyan sobre la superficie proyectándose hacia arriba y sosteniendo su cara
con las palmas extendidas, ambos pechos se aplastan un poco contra la
superficie plástica en la que se recuesta, resaltando por la abertura de polo—.
«Lo hara a propósito»—.deslizo el dedo por la pantalla para apagar la alarma—. «
Seguro que sí».
—El día de hoy, ya que me lo han estado pidiendo mucho, les
tengo un nuevo video de su sección favorita—.se recuesta contra su silla gamer,
dejando caer sus brazos sobre los respaldos.
Sus labios vuelven a moverse pero ya se lo que dirá, y como
un eco las palabras brotan de su amplia boca, exactamente lo que yo dije hace
una semana en mi video, que apenas tiene una cuarta parte de las vistas que ha
conseguido en apenas diez minutos que lleva de publicado.
Cierro el video, no quiero enojarme tan temprano—.me sobo la
frente con la punta de los dedos raspando levemente mi piel—. No más, así que
me giro levemente, lo suficiente para ver la mochila con una par de sogas sobresaliendo de un lado y el gastado casco
sobre ella, sonrió.
Mi fiel compañera de trabajo, mis ojos dan un vistazo rápido
a los parches e hilos que cuelgan, testigos de las aventuras a través de
edificios abandonados y lugares en plena construcción, tamizados por la tela
gastada y algo sucia cubriendo con una capa de tierra el verde original que
ahora parece más hojas sucias,—. «Ya está algo desgastada, pero no quiero
cambiarle».
Cerca de uno de los bolsillos laterales hay un zurcido con hilo de otro color, el ultimo, producto de que se enganchara con un pedazo de alambre y tuviese que zafarle con el movimiento hacia adelante, al no poder frenarme, por el guardia de la construcción que me perseguía a través de las sombras y luces producto de las paredes a medio construir alumbradas desde afuera, mezclándose con el olor a cemento secándose y madera humedecida.
Mientras termino de acercarme una alerta suena con fuerza,
me giro con los brazos a medio camino hacia el desgastado casco, una voz
monótona se escucha desde el móvil: “HOLA; Daniel tu encuesta de twitter ha finalizado,
ya puedes ver los resultados finales”; concluye con un extraño golpe de voz el
programa asistente del móvil.
Mi cabeza baja con suavidad, asintiendo como si hubiese
alguien más en la habitación.
Me toma unos segundos ubicar la encuesta entre todas las
notificaciones; una línea se destaca de las otras casi duplicando al segundo
lugar, sigo con los ojos esta por la pantalla hasta llegar a la opción ganadora
para la próxima exploración.
MORANA SHOW, aparece en letras sombreadas, un golpe seco por
delante de mi termina.
La pila de papeles y fólderes ha cesado de caer dejando un
bulto que sobresale levemente por detrás de la pantalla, el resto se extiende
por el lado derecho de la superficie metálica, dejando entrever los títulos en
rotulador negro de los temas que contienen.
Ladeo la cabeza, viendo como las primeras letras de la
opción ganadora esta entre ellos, me levanto poniendo mi peso en un brazo
tensado sobre la mesa, el otro se proyecta cerrándose sobre el contenedor de cartón,
atrayéndolo hacia mí.
La rugosa superficie se resbala de mis dedos cuando ciento
el temblor cerca de mi mano apoyada. —Madre Diana te ha dejado un mensaje de
voz—.suelta la robótica asistente, bajo la mirada viendo como las hojas llenas
de apuntes se esparcen por debajo de la mesa y algunas pocas todavía quedan
medio adentro del folder remarcado con: “MORANA SHOW INVESTIGACION”; que deja
entrever en Angulo a la dulce presentadora sonriendo con los azules ojos entre abiertos,
luciendo extraños por el contraste de la iluminación del día que comienza a
emerger, su cabello alborotado como una
palmera rubia, algunos mechones desciende frente a su garganta cortada por el
cartón.
Golpeo con los dedos la hojalata y después de unos segundo
decidiendo sin reordenar las hojas o escuchar el mensaje; deslizo mi dedo sobre
la pantalla hacia mí y esta se ilumina con el icono de un teléfono negro por
encima del fondo azul en degradado.
“Daniel, hijo, sabes tu padre y yo tuvimos una reunión de emergencia
así que salimos hoy en la madrugada—.tose pero se ve disminuido por el alboroto
que se hollé al fondo del lugar de donde habla—.no quise despertarte.
Unos pasos hacen eco acercándose a ella—.vamos Diana, el
consejo nos está esperando—.suelta alargando las palabras, dándole un peso
extra como si evitara decir algo más, se escuchan algo parecido a palabras, dando
la sensación de que madre hubiese presionado la mano contra el móvil, para
evitar que se entienda.
Pasan segundos llenos de sonidos parecidos a una
conversación—.nos tomara un par de días regresar desde aquí—.tose, dirigiéndose
a mí—.tu madre y yo te dejamos algo de dinero, usa lo necesario—.recalca esto y
yo asiento al aire sin pensarlo, el sonido del aire resuena, hasta un pequeño golpe,
sumado a los pasos que se alejan y un azote de algo; talvez una puerta.
—Tuvo que irse discúlpalo esta algo estresado estos días—.arqueo
las cejas—. «No me sorprende»—.te quiero Daniel.”
La pantalla del móvil vuelve a apagarse, indicándome que ha
terminado el mensaje, lo levanto y marco la agenda deslizo el dedo hasta
encontrar el perfil de mi madre, el icono verde con el teléfono en pequeño es
pulsado.
—lo sentimos el número que usted desea llamar esta fuera de rango,
intente luego—.suelta el mensaje pregrabado de una mujer que intenta sonar comprensiva,
cuelgo y repito hasta escucharle por quinta vez, me detengo.
El pequeño eco del celular golpeando el metal, mi mano pasando
por el cabello algo grasiento, alisándolo hacia atrás, levanto la mirada hacia
un punto indeterminado del techo, siento el aire que comienza a calentarse
entrar en mis pulmones con fuerza.
Me agacho y de a pocos recojo las hojas, devolviéndolas a su
contenedor, dejando el folder sobre mis piernas al terminar, la mano congelada
en un saludo del afiche promocional que imprimí, parece saludarme, sus brillantes
y algo alargados dientes resaltan junto con la ropa de color brillante,
mesclada con el salado sudor, que como gotitas se disimulan por la potente luz
que le alumbra.
Guardo la imagen en le folder y le echo un vistazo rápido al
resto del material, viendo mi apuntes y algunos garabatos en los papeles.
Halo la gaveta a mi derecha y con cuidado saco la cámara y
un residuo del olor a plástico nuevo me llega, sin su carcaza para el agua, la enciendo
al igual que mi móvil cuando la dejo a su lado, una pequeña sonrisa se dibuja
en mi cara al ver su pequeño tamaño solo algo menos ancha que la pantalla del celular,
un pitido agudo, indica que termino de cargar la App que controla desde el
móvil la potente cámara de video.
Dejando ver a pantalla completa lo que enfoca, por ahora
solo la puerta metálica y una parte de mi pared, con la pintura algo descascarada,
tomo de ambos extremos, presionado con los dedos y la dejo sobre la pila de papeles,
que termino de empujar de tal forma que al bajar la pantalla enfoque mi cara.
—Saludos, aventureros y teóricas, aquí Daniel con un video
rápido—.levanto la mano con los dedos índice y meñique extendidos, los
intermedios contraídos y el pulgar tocando en medio de los dos.
—como ya saben la encuesta se ha cerrado hoy y la opción ganadora
es—.proyecto la cabeza hacia adelante un poco y arqueo las cejas para darle
mayor dramatismo—.MORANA SHOW—.bajos la mirada un segundo para ver el cartel
promocional y una hoja con apuntes—.por un amplio margen así que ya saben, el
jueves dieciocho de mayo tendrán un video detallado sobre este popular show y
la extraña desaparición de MORANA BLACK su presentadora; así que dejen sus
comentarios quiero saber que creen ustedes que le paso—.dejo caer el dedo sobre
el botón rojo, terminando la grabación.
Conecto la cámara a la laptop y después de configurar, el
video se queda subiéndose a mi canal de YouTube, mientras la alarma retumba con
menos fuerza, ahora que el ruido de la calle asciende, y el lugar se llena con
una mediana melodía de pitadas de autos, indicándome que debo cambiarme para ir
a estudiar.
Mis dedos se acercan al ovalo que sostiene los billetes
contra la superficie plastificada, del refrigerador, tomo uno de veinte dólares
para eventualidades, el resto se queda sujeto por el imán, mis manos bajan una
a cada bolsillo del jean que inicialmente era azul oscuro pero ahora esta
varios tonos más claros, toco la tarjeta del subterráneo con una y mi móvil con
la otra, suspiro y las saco para tomar la tostada media mordida.
Sintiendo su crujir al cerrarse mis dientes sobre ella, como
una capa llega el sabor ligeramente a caramelo por el tostado de la masa, si
considerase el gasto de comida diaria ya no podría ahorrar parte del partner y
quedaría en cero al final del mes.
El pitido de la tarjeta pasando por el lector, mi dedos
tiemblan un poco al tocar el aun frio metal de la barandilla que se libera,
dejándome entrar, cientos de paso hacen eco en el curvado techo y sus
desgastadas baldosas blancas, ahora cubiertas de moho y suciedad.
Nos movemos despacio, entre quejas y respiraciones largas,
siento como el aire se carga, a unos metros las puertas se abren dejando escapar
a los que llegan, segundos después la gente
se amontona aún más reduciendo el espacio a un par de palmas alrededor.
Hasta llegar al interior, entonces nos apretujamos, el
pitido de las puertas cerrándose; “Bienvenidos pasajeros a la línea A próxima
parada secundaria murk ,recuerden no apoyarse en las puertas, podrían abrirse
por el peso y no queremos más accidentes”, suelta por los parlantes una grabación,
en el mismo tono de siempre.
Mi brazo se estira hasta la agarradera y a empujones logro quedar entre una mujer a
la que le llego al hombro y el grueso cuello embutido en una camisa estándar,
de un hombre que empieza a quedarse calvo, giro la cabeza y me concentro en el ventanal
de la puerta, los afiches de viejos eventos comienzan a quedar atrás, junto al zumbido
de los vagones interconectados moviéndose que va en aumento.
Pronto se vuelve un eco solapado por algunas conversaciones
de personas que no ubico ya sea por qué se pierden entre la masa de cabezas o
porque sencillamente, me parece más divertido ver las baldosas medio fundirse
en un marco blanco, con algunos destellos de la luces a través del túnel.
De a poco mis ojos se van cansando, dando la sensación de
que las luces se van esparciendo cada vez más y lo que hay frente mío es un
pared sólida y pintada, iluminada por un sol que no alcanzo a ver, a veces matizada
por la enredaderas que crecen por ella, una escena lejos de los oscuros túneles
que suelo recorre para mis videos.
Hasta que el día cesa, la niebla espesa engulle la pared,
pero aun deja pasar algo de luz hacia mí, un punto se mantiene fijo como si la
oscuridad se concentrara en este, comienza a crecer hasta que los largos brazos
que se pierden por debajo emergen de la silueta ondulante.
Comienza a escalar por el cristal de la puerta, mis ojos se
abren de golpe, me giro esperando que alguien más vea esto, cabezas solo cabezas
y no por que estén juntas, sino porque la niebla cubre el resto de sus cuerpos.
Trepando y llenando el espacio vacío en la regordeta cabeza
del hombre, hasta que solo es una silueta, «esto no puede estar pasando» .respiro
con fuerza, bajo la mirada como garritas la oscuridad intenta acercarse hacia mí,
pero se repliega, dejándome ver el suelo desgatado en el que estoy, como si le
faltase fuerza, pero no alejándome del hedor a galletas caducadas y leche
podrida.
La tela sobre mi hombro se arruga y el frio traspasa hasta
mi piel, siento el peso, empiezo a voltear lentamente, con el latir de mi
corazón golpeándome le pecho y el crujir de mis dientes, en un pobre intento de
liberar la tensión del extraño suceso.
Siento el aire escapando de mis pulmones, una figura me
observa de frente con sus grandes ojos morados, bien abiertos me saludan
pareciendo romper con el resto de oscuridad que forma a este ser.
Hasta que se disuelve en el resto de siluetas corrompidas, se
acercan estrechando los hilos de luz, empujándome, siento subir un grito,
mientras mi cuerpo se precipita a la garras, en la espesa negrura.
Al grito que escapa entre mis dientes le siguen hilos de luz,
como si hubiese agujereado la capa que me inunda, sigo hasta que los pulmones
me arden y los rostro extrañados me miran, sin entender, me paro de un golpe
por la inyección de adrenalina.
Dejando el pitido atrás, golpeando a las personas al correr
lo más lejos de ese tren, como si lo que sea que sucedió se quedase allí,
mirando atrás de ves en cuando para asegurarme que la oscuridad no me pise los
talones cada vez viendo algo más lejos los vagones, olvidando la gente por delante
de mí.
Hasta que el seco golpe me lo recuerda—.Vōbīs male sit,
temeritas tua.
FIN PRIMER EPISODIO MORANA SHOW.
MORANA SHOW
ESCRITA POR:
CRISTOPHER LOPEZ
LS_TOPHER.
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HOLA;RECUERDA:comentar siempre con respeto y compostura;así estaré encantado de leerte :)