PERSECUCIÓN DE CASANDRA CAP. 1
PERSECUCIÓN DE CASANDRA CAP. 1 |
La hoja acerraba el cráneo con fuerza, haciendo eco en las
paredes metálicas, el resto de mi mano se mantenía firme, este era el sujeto
número cincuenta y uno —.bitácora de Unidad Casandra día ciento ochenta desde
mi…llegada—.toso, al sentir el líquido carmesí, ascender en un chorro, cuando
corto la yugular, manchándome la mejilla.
La prolongación carnosa comienza a rectar desde mi boca,
para sentirla, un ligero temblor me recorre, en lo que tardan los resultados,
para verificar lo que su pútrida piel salpicada en fluidos sobre la mesa de
disección me indica, esta infectado.
Mis dedos se clavan, con un par de tirones, arranco el
hígado, que empequeñece mis manos, la grasa se desliza por ellos, es
anormalmente crecido unas tres veces en comparación a la media de su especie,
eh aprendido bastante de ellos, aunque hubiese preferido que fuese en otras
condiciones, el humo escapando de mi boca en un suspiro se aleja en la
habitación que se mantiene fría lo suficiente para que el cuerpo no se pudra—.
«Más de lo que ya está»—.
—.«Su piel es bastante delgada»—.el órgano rebota con una
pelota mal inflada, llena de aceite el suelo al caer fuera de la mesa, frunzo
la mirada, toso para recodarme que ha sido algo aprendido ya que es parta de
adaptarme al entorno, es una decisión que tiene su ventajas.
El ambiente se llena del fétido olor que viene de los
pulmones que acabo de abrir, los restos amoratados como pequeñas isla,
sonrió—.esta versión del suero ha tenido resultados positivos deteniendo
levemente la enfermedad—. Con fuerza, como el gruñido de uno de los muchos oso
que rondan esta tierras montañosa, el sistema de filtración comienza a hacer su
trabajo extrayendo de a pocos el mal olor.
Mi ojos comienzan a bajar por el brazo medianamente abierto
con los tendones expuestos torcidos en nudos a medida que se acercan a un
crecimiento forzado en la anomia del pobre diablo, cómo un regla de carne su brazo,
casi toca la puta de sus pies rígidos—.la transformaciones han sido menores
para esta sepa—.mi mano oscila a un par de centímetros me concentro en ella
haciendo que los dedos lentamente se conviertan en líneas de plateadas que
abren la muñeca de mi victima.
Una mueca de sorpresa se dibuja en rostro—.en el interior
como el núcleo de un dulce hay tejido no cancerígeno—. Recuerdo un par de aldeanos desmayados y otros me
tildaron de bruja al convertir mis manos en filudas extensiones para cortar
algo de pelo de un pequeño, a la luz de una vela que iluminaba a penas para
reconocer las cosas por su sombra, por suerte mis ojos me ayudaron en eso, una
adaptación de un anterior trabajo.
—.«Son buenos clientes»—.estaban más familiarizados con las
unidades como yo, así que no hubo necesidad de recubrir el exoesqueleto, a
diferencia de mi primer sujeto de investigación, estaba cuidando a algo llamado
vacas, creo que toman su leche.
Estaba a un kilómetro de mi transporte, así que no fue el
impacto lo que le mato, ese día aprendí que si quería salir de aquí tendría que
verme como ellos, la primera versión fue bastante delgada lo suficiente para
que se recubriera la aleación, desde eso ha pasado mucho, creo que ahora tengo más
carne en el par de montículos que se proyectan desde mi tórax de lo que tuve
esa ves en todo el cuerpo.
A los portadores parece atraerle, lo que facilita mi trabajo
de investigación, el impacto fue más fuerte de lo que esperaba, sobreviví
aunque me tomo un par de días terminar de soldar las parte regadas alrededor, que
resaltaba en el suelo carbonizado, por desgracia el resto de mi carga no corrió
con la misma suerte, la peor parte se la llevo los contenedores de muestras.
Aunque me dedico a curar a la diferente especies
inteligentes, las que pagan generosamente por ello, el precio en el mercado por
los patógenos lo es más, es una lástima me tomo un par de años recolectarlos,
aunque no me quejo eh echo interesantes descubrimiento gracias a que se
esparcieron en las atmosfera cercana, unos diez kilómetros a la redonda del
lugar de impacto.
La mayoría son aldeas rusticas separadas, habitada por seres
bastante primitivos, apenas han él habla les diferencia del resto de vestías,
una unidad más joven añadiría el hecho de que son bípedos, pero eh tratado con
suficientes pacientes para saber que tener cuatro, varios pares de extremidades
o incluso la falta de estos no es un impedimento para forjar una civilización.
Un par de bichos de los frascos proviene de un sistema de
tres planetas habitados, donde sus pobladores no hacen más que arrastrarse
dejando una estela pegajosa y verdusca, ellos desarrollaron los motores que
ahora uso en mi nave, llegamos un acuerdo luego de salvar a su monarca—.«De
darle un par de años, ya tiene un pie o
medio acuerpo baboso en la tumba»—.pero estoy bastante lejos de ese
sistema habitado.
El líquido negruzco termina de escurrirse de los pulmones
inservibles, cuando una estela dorada parece nadar por sobre esta, como aceite
formando burbujas en el agua, junto mis dedos en una improvisada cuchara entrelazando
mis dedos como una trenza para contener el viscoso elemento.
Doy un par de pasos largos, logrando que mis pechos boten en
el proceso, hacia uno de los analizadores de la nave, que termine de construir
hace poco con materiales de una aldea cercana, la última vez lo herreros
salieron con picas y antorchas a perseguirme, los perdí con el rayo tractor,
aunque no tengo suficiente energía para salir de la atmosfera superior, las
reservas son suficiente para viajes minúsculos de un par de kilómetros y mantener
la nave operativa, por unos meses más, para ese entonces la señal ya debería
haber golpeado otra nave o algún sistema inteligente espacial.
Las burbujas quedan suspendida por el has de energía, al
principio creí que los intricados diseños en las armas que fundía para la
aleación de mi transporte eran decorativos, pero eventualmente fui entendiendo
que tenía una carga energética extraña, desde entonces eh tratado de utilizarlo
para hacer funcionar los motores, los análisis terminan mostrando el pico de
energía usual como un montaña en la gráfica fluorescente que flota a
centímetros del panel, pulso un par de botones y se une con el resto que eh
filtrado de los anteriores humanos.
Asumí que tenía que ver con lago que comían y que se iba
almacenando normalmente en sus pulmones aunque últimamente he sacado más de
triturar la piel y huesos, que se vuelven un pasta vomitiva y caliente por los
gases que extraen el material, inicialmente utilizados para desinfección.
El contenido en el cilindro presurizado se agita levemente
cuando recibe la muestra, inyectada por la abertura superior, produciendo
elevaciones ligeras contantes a medida que se desliza al fondo, hasta que
desaparece nuevamente por el ducto de la pared.
No es una fuente de energía por sí misma, paree que solo la
cataliza, así que estoy almacenándola esperando lograr un brújula improvisada
que me muestre donde está la reserva, eso me sacaría de este estúpido planeta
más rápido.
Aprovecho para revisar el resto de cámaras dentro de la nave,
los sensores de movimientos no detentan cambio brusco y el sensor de
temperatura muestra que está a diez grado bajo cero, lo suficientemente frio
para mantenerlos calmados, pero no para matarlos, ahora sé que valen más vivos
que muertos, conozco a un par de cuadrúpedos y cuernos de piedra que pagarían
bastante por tener una de esas mutaciones como mascota.
La mayoría moría al cabo de unos mes con el patógeno, tiempo
suficiente para hallarles antes de que se descompone y las muestras queden
inutilizables, al que descansa atrás de mi lo encontré a menos de un hora de su
fallecimiento—.maldito investigador, de no ser por él tendría más avances en mi
trabajo.
Al principio fue fácil evadirlo, entro como remplazo del que
ataque, su familia lloro su muerte, sin saber que descansa a unos cincuenta y
un metros listo para dejar caer con fuerza sus pesadas mandíbulas y arrancarme
un trozo de mi o de lo que sea que encuentre, fue el primer sujeto de prueba en
presentar esa anomalía, me tomo varios intento entender la morfología de los humanos,
al principio la droga los mataba antes de que su cuerpo pudiesen luchar, pero
con él fue distinto.
Extraje bastante del líquido amarillento de ese tipo,
recuerdo que me desclavo la parte inferior del brazo, cuando se levantó después
de que le removiera el corazón y pulmones, atravesé el otro transformado en un
hoja que le paso limpiamente por el medio de su hinchada cabeza, eso debió
matarlo pero sus mandíbulas que comenzaban a crecer seguían moviéndose, con la
baba cayendo de su lengua mezclándose con el pus de sus ampollas en una espesa
línea, que caía cerca a mis pies.
Decidí mantenerlo en observación, apile los instrumentos quiricos
de lo que inicialmente era una sala de resucitación—. «Si encuentro la fuente
de energía tendré dinero suficiente para comprar diez más…no, para comprar un
flota de naves»—. Con una cantidad enorme de anestésicos y bastante de mi piel
extendida por el suelo reluciente logre encerrarlo.
Desde entonces algunos se le han sumado las sepas parecen
tener efecto diferentes en cada uno, lo interesante por así decirlo es que no
parecían matarse entre ellos es como si aún mantuviesen cierto grado de
conciencia y supiesen que su compañero es de su misma especie.
Por ello decide mantenerlos a un temperatura donde su
proceso biológicos se ralentizaran, después que intentase cargarse la puerta al
empezar a trabar en conjunto.
Por suerte la mayoría son como el cadáver en la mesa de disección,
me giro y mi dedos acarician la fría superficie, un ligero pitido, pone la
tabla en posición vertical al suelo, que se abre tragándose los resto del sujeto,
que va camino a ser triturado.
La mesa comienza a plegarse hasta fundirse con el piso y
ocultarse bajo una capa delgada de metal, de la pared, cuando queda al
descubierto un haz de luz emerge proyectando en un holograma la copias de los
periódicos rústicos, habían inventado la imprenta hace poco, ayuda en cierta
forma a seleccionar sujetos de pruebas.
Los caso describiendo sucesos paranormales como que una par
de aldeanos ha sido hechizados por mí, es de hace una semana atrás, sonrió, por
qué ahora forma parte del frasco con la muestra aceitosa, cualquier cosa que no
logra explicar con su nulo desarrollo tecnológico, se lo achacan a la magia.
Aunque no todos son así hago un movimiento ligero con el
brazo pasando las noticias hasta una que menciona, como una mujer algo joven
ayudo a construir un par de cabaña con la madera que corto, fueron especifico
describiendo que necesito un movimiento de su hacha encantada para barrer la
mitad del bosquecillo, la encontré días después su herramienta formaba parte de
la cubierta exterior de mi nave, al parecer ella era capaz de canalizar la
energía a través de las marcas en su arma.
Perdí el brazo completo, en un movimiento certero durante la
pelea esa cosa simplemente lo desapareció en un haz de energía, se sorprendió
la verme seguir de pie, aproveche eso para noquearla con el brazo que me
quedaba convertido en maza, intente sacarle información, para cuando termine
con ella era un revoltijo de tripas agonizante, pero se mantuvo en silencio
hasta poco antes de morir desangrada—.pagaras por esto—.repitió y que me
encontrarían esto último no estoy tan segura la sangre con la que empezaba
ahogarse al salirle a borbotones de la boca termino de silenciarla.
Al parecer a ellos le debo mi apodo, un grupo de personas
que viven aisladas en las montañas cercanas a los poblados y que bajan de vez
en cuando para ayudar a los aldeanos.
Mis dedos sigue golpeteando el aire frente a mí, que empieza
a calentarse de a pocos, cuando llego al primero de vario casos fallidos para
mi estudio del patógeno, tomaron las declaraciones de Gregory poco después de
que escape gracias al rayo abductor, la nave se encontraba a poca más de cien
metros de la superficie, pero al menos que tuvieran ojos como los míos no
serían capaces de detectarle, al menos no si un radar especial que captase la perturbaciones
energéticas y les faltaba milenios para ese nivel de desarrollo.
“La lluvia caía con tal fuerza que pensó que el tejado de la
caverna cedería y lo aplastaría. Las gentes del pueblo se habían alegrado al verlo llegar, rezaban y
decían que era un regalo de los dioses, sin embargo el joven investigador tenía
poca experiencia y temía que el caso fuera demasiado para él. Numerosos hombres
habían desaparecido en los últimos meses en distintas aldeas de toda la región
y, en aquella ocasión, había desaparecido el tabernero.Todas las pistas
apuntaban a una hermosa bruja, pero era tan difícil darle caza…Nunca había
estado tan cerca. Muchos aldeanos aseguraban haberla visto flirtear con el
tabernero, la descripción encajaba con la que había dado en otros poblados.
Debía de ser ella, la misma hechicera había vuelto a hacer de las suyas. Subió
a la planta de arriba aun a riesgo de que la escalera se desmoronase bajo sus
pies. El aire hedía a muerte y a moho. Entonces piso algo blando, miro al suelo
y vio el cadáver desfigurado y medio devorado del pobre tabernero. Suspiró. Al
menos tenía algo, un cuerpo, una pista…El primer cuerpo en meses. Con eso y con
la descripción de la bruja, debía de ser fácil. Abrió la primera habitación y
desalmado, cayó de rodillas. Sobre el suelo, tendida, hallo la hermosa piel de
una mujer. La bruja había cambiado de aspecto. Tendría que volver a empezar. ”
Una sonrisa culposa se desdibujo en mis labios, el chico
tenia talento para descubrí pistas y algunas veces llegaba antes que yo a la
escena por lo que tenía que dejar el cuerpo y escapar, pero la mayoría del
tiempo estaba un paso por delante de él, supongo que eso lo frustraría mucho.
Teniendo en cuenta que el medio más rápido de transporte que
tiene a la mano era su caballo, era imposible darme alcance aun así lograba
hacerlo solo vería una enrome área carbonizada y una gran perturbaciones el
terreno como un cráter y no a la nave.
Esta fue construida para brindar asistencia médica, por lo
que no tiene armas que le respalden, no ha sido necesario en la mayoría de
sistema que he visitado, ya que están bajo el manto de la federación intergaláctica
unida, así que tiene prohibido abrir fuego con la de esa clase y en el peor de
los caso todo se reduce a un cuerpo a cuerpo y soy buena en eso, un pequeño
siseo de la hoja de metal proyectándose desde mi brazo y arañando el suelo.
Caigo de culo, con el apéndice cerca de mi pierna, cuando el
pasillo es sacudido por una explosión—.alerta escotilla de cuarentena
comprometida—.grita monótona la inteligencia, acompañada de pitidos, me apoyo
en el brazo que regresa a su normalidad, para ver la proyección donde la cámara
muestra al tío y el indicador de temperatura empezando a subir.
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